Lo que vimos en la demostración técnica que Epic Games hizo con el futuro motor Unreal Engine 5 fue realmente notable. La calidad de la experiencia visual daba un salto fantástico y planteaba un futuro en el que los juegos irán aún más allá de lo que pensábamos en este apartado.
A priori parecía que aquello demandaba unos recursos hardware enormes, pero un directivo de Epic Games ha confesado que al parecer esa demo es solo un aperitivo: durante su ejecución la carga de la tarjeta gráfica fue muy baja, y la comparó con la carga que requiere hoy en día Fortnite, un juego que la muchos equipos del mercado —incluidos aquellos sin gráfica dedicada— pueden correr con fluidez sin problemas.
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