La respuesta de Google a la multa histórica de 4.340 millones de euros impuesta por la Comisión Europea llegó a principios de esta semana: cobrar a los fabricantes por el uso de sus aplicaciones en Android a modo de licencia. Los detalles exactos de estas licencias no se dieron a conocer, pero según documentos filtrados que ha obtenido The Verge, pueden llegar a ser hasta 40 dólares por teléfono vendido.
Para no encontrarse más en una posición dominante, que es de lo que la Comisión Europea acusa a Google, la compañía ha cambiado las condiciones de uso de Android con los fabricantes. Hasta ahora podían instalar el sistema operativo de Google gratuitamente en sus teléfonos y tener certificación Google Play debían de incluir su motor de búsqueda y el navegador Chrome por defecto. Este trato cambiará a partir del próximo 29 de octubre para las ventas de dispositivos en el Espacio Económico Europeo.
Los fabricantes ahora podrán optar por utilizar otras opciones, pero para obtener la certificación Google Play habrá que pagar. Google explicó que nunca han cobrado por Android porque gracias a la preinstalación de Google Search y Chrome han podido financiar el desarrollo y la distribución del sistema operativo. Pero si ya no pueden pedirles esto a los fabricantes, deberán cobrar por la licencia de las apps para poder seguir manteniendo Android.
LA UE multó a Google, ahora Google va a hacer más caros todos los teléfonos en Europa (Despeja la X, 1×21)
Cuantos más densidad de píxeles tenga la pantalla, más alta será la comisión
El fallo de la Comisión Europea no requiere que Google cobre a los fabricantes por el uso de sus servicios, pero sí exige que se rompa el acuerdo mutuo de instalar obligatoriamente sus servicios. La alternativa por la que ha optado Google es la de aplicar tarifas a los fabricantes que quieran usar sus servicios. Y según diferentes documentos internos que han llegado a The Verge, estas tarifas son variables.
El coste por teléfono varía según el lugar donde se venda en Europa y según las especificaciones del propio teléfono. Los países con las tarifas más altas son Reino Unido, Suecia, Alemania, Noruega y los Países Bajos. En estos países las tarifas pueden alcanzar hasta los 40 dólares. ¿En qué se basa? En la densidad de píxeles que tiene la pantalla del producto. Si tiene más de 500 ppi se pagarán 40 dólares, si tiene entre 400 ppi y 500 ppi la tarifa se reduce a 20 dólares y si son menos de 400 ppi se pagarían sólo 10 dólares. La tarifa dependiendo del país puede llegar hasta 2,50 dólares en algunos teléfonos de gama baja, según The Verge.
¿Por qué se podría basar Google en la densidad de píxeles? Normalmente mayor densidad de píxeles implica mayor calidad del dispositivo y precio más alto. Una forma simple de calificar los teléfonos por gamas altas, medias y bajas. Eso sí, parece ser que en tablets u otros productos con Android directamente se aplican tarifas planas. Las tarifas entrarán en vigor a partir del 1 de febrero de 2019, según los documentos
Los efectos secundarios que puede tener para el usuario
Google Search y Chrome han sido las herramientas principales de Google para obtener beneficios de Android durante años. Ofrecer la posibilidad a los usuarios de utilizar otras opciones puede ser un duro golpe para la compañía. Pero también es cierto que los fabricantes saben que ofrecer los servicios de Google es un factor clave en la decisión de compra de los usuarios, que no están acostumbrados a otras alternativas porque prácticamente no las hay en el mercado de smartphones.
Ahora bien, este coste extra que ahora tendrán los fabricantes, ¿se verá repercutido en el precio final para el cliente? El margen de beneficios es mínimo para la mayoría de fabricantes de Android, por lo que muchos costes más no pueden asumir los fabricantes de smartphones. Precisamente de todo esto hablamos en nuestro último episodio del podcast ‘Despeja la X’ de Consultores-TIC.
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