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Con ‘Los Vengadores’ y las nuevas películas de Spider-Man, el entrañable trepamuros está de moda. Por eso mismo, cuando Insomniac anunció en el E3 de 2016 que estaba desarrollando junto a Sony y Marvel un título de Spider-Man exclusivo para PS4 nos quedamos con la boca abierta por varios motivos. El primero, por la buena pinta que tenía el juego. El segundo, apuntando a la dirección contraria: ¿sería otra vez el típico y manido juego de superhéroes sin sustancia?
Hemos podido probar las dos primeras horas del primer acto de Marvel’s Spider-Man, que sale a la venta el 7 de septiembre en exclusiva para PS4, y éstas son nuestras primeras impresiones.
Repartiendo golpes desde el minuto uno
Cuando Bryan Intihar, director creativo de Insomniac, nos dijo que el juego va de menos a más intensidad, nos esperábamos el habitual tutorial con Spidey trepando y balanceándose por los edificios de Nueva York. Pues no.
Lo primero que tenemos que hacer es deshacernos de un grupo de criminales en medio de la calle. De una manera muy intuitiva, se nos van introduciendo los controles con las diferentes maneras que tenemos de dar puñetazos y patadas, lanzar telarañas, atrapar una alcantarilla con telaraña y golpear al enemigo, etc.
Uno de los botones más recurrentes durante el juego será el círculo. El sentido arácnido del superhéroe se activa cuando nos van a disparar o golpear, se iluminará una especie de aura blanca en nuestra cabeza y será el momento de pulsar el círculo para esquivarlo. Es como una especie de QTE continuo en las peleas, y aunque parezca un poco tedioso, lo cierto es que le da dinamismo a los combates, sobre los que profundizaremos enseguida. Es muy útil, por ejemplo, cuando están a punto de dispararnos con un bazooka (a no ser que disfrutes recibiendo misilazos, claro):
El juego no sigue ninguna trama de ninguna película o cómic. Es una historia propia en la que Peter Parker tiene 23 años y lleva ocho años ejerciendo de Spider-Man en la Gran Manzana. Esto, para mí, es uno de los argumentos más sólidos del juego.
Creo que habría sido una auténtica pereza volver a manejar a ese Peter que hace fotos para el Daily Bugle y que está aprendiendo a convivir con sus poderes. Es una historia que hemos visto decenas de veces, por lo que la decisión de Insomniac aquí es revitalizante. Han decidido apostar por un Spider-Man que sabe lo que hace.
Está justo en un momento de transición de la vida adolescente a la adulta: tiene un buen trabajo como científico, no todo es perfecto en su relación con Mary Jane y no es un superhéroe torpe, como muchas veces se le ha mostrado. De todas maneras, aunque sea más maduro, no significa que no tenga dudas. Es Spider-Man, pero también humano. De hecho, en el juego considera a un conocido personaje como mentor (no lo desvelaremos para no arruinar ninguna sorpresa).
Con todo este panorama y la intensidad inicial, cuando me quise dar cuenta de que se había acabado el tiempo de mi prueba, el porcentaje de avance del juego era de poco menos del 5% y me parecía haber hecho tantas cosas que sólo quería seguir jugando.
Los combates
Si tuviera que resumir los combates de este Spider-Man creo que me decantaría por una mezcla de las mecánicas de ‘Dynasty Warrior’, ‘Tekken’ y ‘God Of War’. Hay una lista enorme de movimientos que podemos ejecutar y todos ellos implican combinaciones diferentes de botones. Desde dejar pulsado triángulo para golpear a un rival al aire a darle justo después al cuadrado para hacer un combo aéreo.
También juegan un rol importante los botones L y R, que usaremos sobre todo para lanzar telarañas, abalanzarnos con ellas hacia un lugar o detectar dónde hay enemigos con nuestro sentido arácnico. Todo ello con una vista en tercera persona y una cámara con la que tendremos que ir jugando para no acabar con una perspectiva en la que no vemos a los enemigos.
Es cierto que durante los primeros minutos llega a ser un poco abrumadora la cantidad de combos que puedes hacer, aunque poco a poco vas usando los que más útiles te resultan. Aquí Insomniac hace un buen trabajo porque nos hace una especie de “servicio militar forzoso” cuando a pocos minutos del juego nos hace enfrentarnos al famoso villano Wilson Fisk (Kingpin). Por ejemplo, nos enseña el valor de disparar con telarañas al enemigo para paralizarlo y aprovechar para inflarlo a golpes.
Las interacciones con el entorno son cruciales en los combates. Si hay una cabina de teléfono o una tapa de alcantarilla cerca, eso significa que la puedes atrapar con una telaraña y lanzársela a un rival. Las paredes también serán tus aliadas, ya que puedes rebotar en ellas y golpear con impulso a los enemigos.
Por último, contamos con un árbol de habilidades que ir adquiriendo conforme vayamos obteniendo experiencia. Se dividen en tres: defender (habilidades para defenderte mejor), webslinger (para mejorar nuestras telarañas, por ejemplo, electrificándolas) y Skills (habilidades y movimientos más genéricos). Tiene la típica estructura de árbol a través de la que tienes que ir desbloqueando casillas. ¿Y cómo se consigue experiencia? Completando misiones y encontrando objetos concretos, como la mochila de Peter de cuando iba a la universidad.
De paseo por Nueva York
Otra de las grandes bazas del juego es su ambientación. Da gusto deslizarse entre los rascacielos de Nueva York para simplemente disfrutar de las vistas. El nivel de detalle conseguido con los gráficos es excelente y los controles para moverse son lo suficientemente intuitivos para que no acabes estampado contra ninguna cristalera.
No obstante, que sea fácil hacerse con los controles no quiere decir que no haya virguerías que puedes aprender para perfeccionar tus paseos por la ciudad. No sólo puedes desplazarte lanzando telarañas o trepando. También puedes planear e incluso lanzarte al vacío en plan casual:
Para motivarte a conocer la ciudad, el juego te da experiencia cuando te mueves y te pone retos que también te dan puntos. Por ejemplo, hay movimientos acrobáticos como Spider-Roll o Moonsault (aún no sabemos cómo los traducirán al español) que tendremos que ejecutar en el aire y que nos multiplicarán la experiencia conseguida mientras nos balanceamos por las calles. Yo sería capaz de dedicar horas a perfeccionar estos movimientos. Es muy divertido.
Por cierto, en el juego también anochece y si ya la iluminación de día me pareció muy cuidada, es genial moverse con todas las farolas y luces de Nueva York de noche.
No sólo jugaremos como Spider-Man
Afortunadamente, el juego no sólo consiste en repartir estopa como Spider-Man. Bryan Intihar de Insomniac nos confesó que querían darle tanta importancia a Spidey como a Peter Parker en la narrativa porque, según él, en la primera reunión que mantuvo con Bill Roseman, director creativo de Marvel’s Games, le quedó claro que “las mejores experiencias de Spider-Man suceden cuando los mundos de Peter y Spidey chocan”.
¿Cómo han trasladado esto al juego? Tendremos que manejar a Peter en su vertiente de científico. Trabaja en un laboratorio y tendremos que resolver algunos minijuegos de lógica que rompen completamente la dinámica de acción que hemos comentado en el apartado de combates. Por ejemplo, tendremos que reactivar un circuito eléctrico estropeado y repartir correctamente la impedancia para que llegue corriente a la parte deseada.
Una de nuestras primeras misiones como Peter será crearnos un traje nuevo (el de la gran araña blanca por el que ha apostado Insomniac), y para ello necesitaremos completar una serie de tareas. Por cierto, en el juego podremos desbloquear unos cuantos trajes diferentes, como el Velocity Suit o Iron Spider.
Pero hay más y es que según nos confirmó el propio Bryan, también podremos jugar como Mary Jane, que tiene un trabajo de periodista de investigación (y no de actriz o dueña de un club como en otras ocasiones). Por tanto, ella no sólo aparecerá en cinemáticas, sino que podremos manejarla y cumplir encargos y misiones. Esto no lo pudimos probar pero, desde luego, suena interesante para completar el arco argumental y de personajes.
¿Y bien?
Lo más sencillo que puedo decir para trasladar mis impresiones es que se me hicieron muy cortas esas dos horas que dediqué al juego. Me quedé con ganas de profundizar en todas las vertientes que explora.
No es sólo un juego de acción o aventura; no sólo hay que pegar golpes o lanzar telarañas. Hay veces que tienes que ser sigiloso, otras que tienes que pensar para resolver un minijuego, otras que tienes que desbloquear una antena hackeada al más puro estilo ‘Splinter Cell’. Además, tiene una historia que promete ser muy interesante y brilla en los combates. Es entretenido y mantiene la esencia del trepamuros al mismo tiempo que profundiza en otras facetas suyas que quizá no conocíamos.
Creo que Insomniac ha conseguido el triple A que un superhéroe tan mítico como Spider-Man necesitaba. ¿Llegará al punto de ser un vende-consolas como ‘God Of War’ o ‘Last of Us’? No lo sé, pero yo desde luego quiero seguir jugando.
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