Todos los trimestres la misma canción. Cada vez se venden menos PCs y portátiles y este mercado parece no ir a ninguna parte. Es la maldición de esa célebre era post-pc que parece más una farsa que otra cosa.
Lo es porque se siguen vendiendo muchos PCs, pero sobre todo porque quienes los venden están logrando que este negocio siga siendo rentable.A HP, Lenovo, Dell, Apple o Asus les va muy bien. A los que no les va nada bien es al resto: la concentración del mercado es cada vez más evidente, y no hay apenas sitio para los pequeños fabricantes.
La farsa de la era post-pc
En abril de 2018 veíamos como los datos de Gartner nos sorprendían a todos: las ventas de PCs y portátiles prácticamente no habían variado respecto al primer trimestre de 2017, algo que sorprendentemente era una buena noticia.
Lo era porque una vez más los datos nos demostraron que igual deberíamos dejar de matar al PC. Qué era post-pc ni que niño muerto. Los PCs se siguen vendiendo a montones. Vale, puede que no tanto como hace unos años, pero lo que parece quedar claro es que aunque el móvil lo domina casi todo, el PC sigue importando, y mucho.
Eso lo saben bien los grandes fabricantes, que desde hace bastante han ido concentrando más y más la venta de PCs. Los fabricantes menores caen de forma notable —atentos a ese “Others” de las gráficas—, pero lo relevante aquí es que todos los que importan hoy en día se mantienen. No crecen mucho, o como mucho crecen algo para después caer un poco, pero lo que sí es cierto es que se mantienen.
Siguen vendiendo lo que vendían, y eso, para ellos, es una gran noticia porque esa caída de ventas apenas les afecta a ellos. Quienes la están sufriendo son otras, más pequeñas o que han ido desapareciendo con el tiempo, como Toshiba —que podría volver al segmento— o una Asus que ha visto cómo en el segundo trimestre de 2012 vendió 9,74 millones de PCs y esa cifra ha pasado a ser de 3,83 millones en el primer trimestre de 2018.
Quienes pierden son los “otros”
Lo mismo ocurre con esa cifra de ventas para los fabricantes menores, englobados en el apartado “Others”. En la gráfica de Statista se puede ver cómo en el tercer trimestre de 201 esos fabricantes menores vendieron 40,68 millones de PCs. En el primer trimestre de 2018 la cifra se redujo a 14,61 millones de unidades, casi una tercera parte de lo que fue.
El descenso de esos fabricantes es patente, pero si os fijáis en otros colores, la cosa cambia. Asus, Dell, Lenovo y por supuesto HP se han mantenido o han ido ganando terreno, y aunque ciertamente la cifra total ha disminuido, la situación no es en absoluto mala para estos fabricantes: más concentración del mercado significa menos opciones para los usuarios, que por supuesto se vuelcan en modelos de estos fabricantes y los alimentan una y otra vez para fortalecer una situación que se lo pone muy difícil a los pequeño.
Es el signo de unos tiempos que han visto como los que venden PCs se han hecho más fuertes no por vender más, sino porque los demás venden menos. Una vez más, de era post-pc nada. No al menos para esos fabricantes que siguen sacando mucho partido de un segmento que nos encanta que siga teniendo buena salud.
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