Para conquistar el mercado del smartphone no sólo hay que crecer hacia arriba (en las listas de ventas), sino también a lo ancho, conquistando cada vez más mercado(s). Los que ahora parecen querer avanzar en ese sentido son los de Oppo, rumoreándose desde hoy su llegada a España tiempo después de haber sido profeta en su tierra.

Quizás Oppo haya tenido menos repercusión en este país europeo, pero lo cierto es que es uno de los principales fabricantes chinos y eso no es fácil cuando es uno de los que más productores locales acumula. En Consultores-TIC Móvil ya hacían referencia a él en 2012 como amenaza para titanes como Samsung o HTC en 2012 y no en vano hemos ido viendo su ascenso en el mercado sobre todo en los últimos dos años. Repasamos su trayectoria y analizamos brevemente qué significaría su desembarco en España.

Poco ruido y muchas nueces

Introducíamos al inicio de lo que se hacían eco en Consultores-TIC Android: apuntaban en Expansión que los responsables de Oppo se reunirían con varios grupos de distribución en Madrid la próxima semana para ir dibujando la estrategia de su llegada y expansión en España. Algo que nos recuerda a la de Xiaomi, que llegaba a España de manera oficial el pasado mes de noviembre tras haberse rumoreado mucho.

Lo significativo de esto se puede entender a dos niveles, según cojamos el punto de vista dentro o fuera de la empresa. Para España es una señal de que cada vez es más considerado a nivel internacional, de modo que los fabricantes asiáticos hacen por llegar de manera oficial (lo cual no es sencillo). Y por otro lado, significa un paso más en una expansión del fabricante, lo cual no es ni mucho menos una intención nueva.

Oppo nacía en 2004, pero empezaba a destacar en el mercado internacional en torno al 2012, cuando el pastel de Android se lo repartían sobre todo entre una Samsung con ya varias de sus series, LG, HTC, Sony, Motorola y una creciente presencia de los fabricantes chinos protagonizada por Huawei, ZTE y una aún tímida Xiaomi. Las claves (o los indicadores) los repasaron en Consultores-TIC Móvil en su momento: cambios en el diseño, en las características y acuerdos internacionales de publicidad como el patrocinio del Barcelona FC.

El encuentro con las 5 pulgadas: donde empezó todo

El que puede definirse como un primer ladrillo para la internacionalización es el Oppo Find 5, el cual representaba una intención de diferenciarse a nivel estético y muy buen ojo a la hora de apostar por lo que luego se acuñaría como phablet, que no era más que un anticipo (forzado) a un aumento de la demanda por diagonales mayores. Un smartphone que apostaba por Android y por la personalización con Color OS, pero siendo el primero ideado para contar con una versión de CyanogenMod.

El Oppo Find 5 se abría sitio en un escenario por el que habían desfilado el segundo Note de Samsung y el HTC J Butterfly. 5 pulgadas no eran pocas en un año en el que había unos 30 modelos con esa diagonal, tres con 5,5 y más de 600 por debajo de 5. Y la apuesta destacaba al tener sólo un grosor de 6,9 milímetros, mientras el Galaxy Note 2 se quedaba en 9,65 milímetros, el HTC J Butterfly en 9,1 y el LG Optimus Vu en 8,5 milímetros.

En otros componentes como el procesador y la resolución de pantalla, el Find 5 se colocaba a la altura de esta competencia con un panel FullHD (con 441 píxeles por pulgada) y un Snapdragon S4 Pro con 2 GB de RAM. A eso hay que añadir que el fabricante se sumó a la que sería otra tendencia creciente, la de recurrir al aluminio para la construcción.

El crecimiento de Oppo: los codazos se dan con números en millones y superando el 100%

Además de buscar siempre el lanzamiento de modelos que se distinguiesen del resto, como aquel Oppo N1, el fabricante fue proyectando los tentáculos de su internacionalización mejorando los canales de venta y diseñando unos terminales que no tuviesen limitaciones para su uso fuera de China (por ejemplo, por las bandas). Así, en 2013 operaba en Europa de forma oficial, llegando a vender 50 millones de teléfonos en 2015 tras llegar a los 30 millones en 2014.

Cifra que puede que se diluye si pensamos en el número de usuarios de smartphones a nivel mundial, pero destaca más si se acompaña de contexto. En ese momento, Xiaomi (ya establecida como una de las principales) vendía 70 millones y Huawei, también creciendo y con un 2015 estelar, 108 millones.

Pero no debemos de pasar por alto en el repaso de la marca el nacimiento de… Otra marca. Compartiendo líneas de producción y al directivo Peter Lau, OnePlus se daba a conocer en 2014 con el OnePlus One y la intención de acabar con los buques insignia hacerse hueco entre los más grandes, siendo en la actualidad dos de las marcas más potentes del conglomerado empresarial BBK Electronics.

Volviendo a nuestro protagonista, 2016 no fue tampoco un mal año para éste, que seguía creciendo hasta el punto de no sólo coronarse en su país, sino saltar al top 5 internacional. Los datos de IDC para el primer trimestre de ese año lo colocaron cuarto en esa selección, quedando la cuota de mercado repartida principalmente entre Samsung, Apple, Huawei, Oppo y Vivo.

El orden se mantuvo un trimestre más, con una Xiaomi desbancada o unas LG, HTC y Sony que también quedaban en esa heterogénea división llamada “Others”. Pero la internalización no supuso ni mucho menos que se descuidase o perdiese terreno en casa, porque en China tenían la plata en agosto de ese año.

Y no sólo hablado de la marca. Otro pódium que escalaron fue el de terminal más vendido en su país de origen, arrebatando la corona de laureles al iPhone 6s, con su Oppo R9.

La pole position como fabricante que más vende en China llegaría en febrero de 2017. Y como a veces los números nos ayudan a dibujar un poco más la situación, los de este hito en el currículum del fabricante fueron los 78,4 millones de unidades vendidas en el país asiático. Cifra que quedaba por encima de los 76,6 de Huawei y que significaba haber ascendido un 122% con respecto al 2015.

Una posición nada fácil teniendo en cuenta la altísima competencia y las bajadas puntuales que ha experimentado la demanda, viendo además que otras como Xiaomi, Apple o Samsung experimentaban una tendencia a la baja. De hecho, posteriormente Huawei le arrebataba el oro quedando Oppo en segundo lugar.

Así, el fabricante ha conservado su cuarto puesto en cuanto al ranking de fabricantes a nivel mundial, resistiendo aún a una Xiaomi que parece volver a crecer. Y colando su Oppo A53 entre los móviles más vendidos de 2016.

Vimos también que de los 353,3 millones de teléfonos que se habían vendido en el primer trimestre de 2017 en todo el mundo, un buen pellizco fueron de uno de los modelos de Oppo. Colocándose el bronce tras el iPhone 7 y el iPhone 7 Plus, del Oppo R9s se lograron distribuir hasta 8,9 millones de unidades sin apenas salir de su China natal (e India, sus principales mercados).

La llegada a España

¿Cómo está este nuevo ring al que parece querer llegar Oppo? En Consultores-TIC Móvil siempre tenemos repasos del mercado en general y también del español, y lo último que nos contaron acerca de esto era que Samsung seguía mirando al resto desde una azotea del 35,5% de la cuota de mercado, y a Oppo no lo vemos entre los principales fabricantes.

No es pues un país donde se refleje ese éxito a nivel mundial y donde el camino presenta una gran variedad de obstáculos para crecer y hacerse hueco. Más aún cuando entre la competencia está un rival patrio como Xiaomi, que ha adelantado a Oppo en su llegada oficial y parece haber acertado de pleno con un Xiaomi Mi A1 que ha arrasado en ventas.

No obstante, aún con un panorama que no parece halagüeño para aquel que venga como “chico nuevo en la ciudad”, como comentaban en la noticia de Expansión las dificultades en el mercado chino han hecho que los fabricantes dinamizasen su internacionalización. Un decrecimiento en las ventas en China que hizo a los fabricantes del país considerar la expansión a Europa, concretamente a España, país donde ya no se practica la subvención al móvil y donde se concentran mejor que en otros los canales de distribución.

Para esta llegada, además, ha de venir el nuevo año ya que aunque se reúnan ahora se habla de 2018. Y antes de eso está ver qué modelo se convierte en el regalo estrella de estas navidades, con el interrogante a nivel de España de si su llegada oficial hace que sus ventas aumenten con respecto al año pasado.

Seguiremos atentos a los pasos de Oppo. Desde luego, cualquier esfuerzo de un fabricante por regularizar su distribución se agradece por los usuarios del país que sea al mejorarse las condiciones de atención y venta, así que veremos si finalmente llegan a España y si siguen expandiéndose a más mercados.