Cualquier fan de las películas de terror a fantaseado alguna vez con introducirse en una. Es una idea con la que jugó la cinta The Final Girls y que todos hemos repetido alguna vez en nuestra cabeza al ver un plano de una puerta cerrada con luz filtrándose por debajo. “Si estuviese allí haría esto o esto otro”. Es ese plus de interactividad que siempre ha dado el videojuego y que, con la llegada de la realidad virtual, se acerca varios pasos más hacia algo tangible.
Si alguna vez has usado unos cascos VR, sabes de primera mano hasta qué punto la falta de percepción de tu alrededor consigue engañar a tu cerebro. Si no lo has hecho aún, créeme, todo lo que cuentan sobre su inmersión es absolutamente cierto. De repente el deseo se materializa y, pese a saber que no estás frente algo real, lo de acercarte a abrir la puerta ya no parece tan buena idea.
El salto evolutivo del terror en VR
Crear un juego de terror me parece el mayor reto al que se puede enfrentar un equipo de desarrollo. No sólo tiene que cumplir el cometido de ser una experiencia divertida en sus propios términos, también tiene que asustar. Alcanzar eso, como el reír, es un logro alucinante en un mercado global con millones de jugadores distintos.
En un videojuego lo que los anglosajones llaman jump scare, esos recursos baratos que te plantan de sopetón un peligro frente a la pantalla para que te sobresaltes, aunque válidos, suelen tener poco recorrido si no vienen acompañados de todas esas técnicas que el cine se ha encargado de enseñarnos con el paso de los años.
La más importante de ellas es la tensión, que a través de elementos en pantalla y sonido, te predisponen a que ese salto sea mucho más acentuado de lo que sería por sí solo. De hecho, el mayor logro de un videojuego es mantener esa sensación sin ni siquiera enseñarte nada, algo que dominaron a la perfección los chicos de Frictional Games en juegos como ‘Penumbra’, ‘Amnesia’ o ‘Soma’.
Tu cerebro ya se ha encargado de llevarte a otra realidad en la que apartar la vista ya no es una opción
Con ‘Amnesia: The Dark Descent’ y ‘Amnesia: A Machine for Pigs’ tuve que verme obligado a jugar de día y con gente paseando por casa porque la alternativa de jugarlo a oscuras y con cascos consiguió ponerme los nervios a flor de piel. De esa forma es más fácil separarte de lo que está ocurriendo en pantalla. Puedes mirar hacia otro lado para salir del bucle de tensión que están creando o alejarte de la ambientación parando el oído a algún ruido familiar de casa.
Si todo eso es importante para el salto que suponen este tipo de experiencias en realidad virtual es porque, cuando estás dentro del juego, nada de eso es una opción. No sólo eso, tu cerebro ya se ha encargado de llevar esa realidad a otra dimensión en la que apartar la vista hacia un lado ya no implica mirar las fotos de la pared, sino probablemente cruzarte con uno de esos sobresaltos capaces de hacerte caer del sofá.
Los trucos que utiliza la VR para asustarte
La clave de un buen juego de terror radica en meterte en tu cabeza de una forma psicológica que vaya más allá del susto. La capacidad para generar una tensión que te haga pensar que detrás de cada esquina o puerta puede haber un peligro. Pero además de eso hay varios trucos que se han ido dominando cada vez más en los desarrollos de realidad virtual.
El primero de ellos es crear un ambiente cercano al jugador, un escenario fácilmente reconocible que le haga pensar que lo que está viendo es real. De cómo se deforme toda esa ilusión para ir introduciendo elementos de la historia que le den personalidad dependerá en qué punto esa percepción se mantiene o se rompe, más aún si los movimientos no están lo suficientemente conseguidos para evitar mareos.
Ideal ahí mantener una lógica en lo que a escalas se refiere, especialmente teniendo en cuenta cómo afecta la altura de los objetos respecto a lo que estamos acostumbrados a ver. Si todo eso es primordial es porque, además, el juego debe ofrecer una sensación de cercanía y comodidad antes de girar hacia lo opuesto.
Pongamos entonces que tenemos una casa. La típica mansión victoriana que pocos hemos pisado pero muchos tenemos en la cabeza. Una de esas con escaleras interminables y pasillos repletos de puertas, ventanas y estancias. Pongamos también que tenemos un montón de ideas que serían capaces de asustarnos mientras paseamos por ella, ¿pero cómo acercamos al jugador hasta ellas?
Podríamos optar por el truco más simple, el que usaban los primeros ‘Resident Evil’ para que nos asustásemos al ver un pájaro, un perro o un brazo atravesando una ventana, poner esos sustos en un pasillo lo más estrecho posible. Y sí, es válido y es un recurso que podemos ver en casi la mayoría de los juegos, pero pongamos una limitación que los juegos de Capcom no tenían, la vista en primera persona y la posibilidad de que, en cualquier momento, el jugador pueda estar mirando hacia otro lado.
La salida más común que utilizan este tipo de juegos es jugar con el sonido 3D, invitándote así a seguir un ruido que viene de alguna dirección para llevarte hasta la acción sin tener que fijar tu cámara. Otros como ‘The Brookhaven Experiment’, un título en el que hacer frente a hordas de enemigos procedentes de todas direcciones, incluso se atreven a jugar con lo que aparentemente es un problema para sacarle partido.
Su truco está precisamente en esconderte los sustos en aquellas direcciones en las que no estás mirando, provocando así una sensación de seguridad respecto a lo que tienes delante que esconde un monstruo esperando a saltarte a la cara justo cuando decidas darte la vuelta.
Es algo que hemos visto de forma magistral en juegos como los de la saga ‘Batman: Arkham’, pero que al verse desde un punto de vista en primera persona, y apoyado aún más por lo fácil que es cruzarte con ello al girar la cabeza con unos cascos de realidad virtual, genera una tensión y sobresalto sin igual.
Vayamos un punto más allá en pos de la inmersión definitiva, el uso que hace del propio casco el juego ‘Narcosis’ y que resalta lo importante que es el camino hacia una plataforma VR sin cables.
Lejos de intentar que te olvides que tienes unas gafas de realidad virtual puestas, sus creadores aprovecharon la premisa de un traje de submarinismo para enfatizar aún más la sensación de estar viviendo lo que ves.
Para ello a base de generar ruidos como golpes contra la escafandra o los que se producen al girar la cabeza, pero también con elementos como el vaho que emana con la respiración y se intensifica en momentos de tensión, llegaba un punto en el que realmente creías que estabas en las profundidades con un casco de buzo puesto, consiguiendo así que todo lo que te echasen a la cara fuese cada vez más factible.
6 juegos de terror en realidad virtual
‘Here They Lie’
Disponible para PS4 y PS VR, ‘Here They Lie’ es una aventura de terror psicológico en el que nos adentraremos en un mundo surrealista plagado de peligros creado por Cory Davis, responsable del imprescindible ‘Spec Ops: The Line’. Una aventura rara hasta rayar la locura.
‘Resident Evil 7 VR’
Probablemente el juego que menos presentación merezca de toda la lista, la versión de realidad virtual de ‘Resident Evil 7’ para PC y PS4. Todos los ingredientes para que no quieras volver a ponerte un casco de realidad virtual en mucho tiempo, o para que el consumo de luz cuando te levantas a mear por las noches se dispare.
‘Araya’
Los hospitales siempre han tenido ese punto creepy capaces de helarnos la sangre, pero si a eso le sumamos que está “vacío” y tenemos que recorrer sus estancias con una luz ténue, la cosa se complica. En ‘Araya’ para PC controlaremos a tres personajes distintos intentando averiguar lo sucedido con la chica del mismo nombre. Spoiler: no le ha pasado nada bueno.
‘A Chair in a Room: Greenwater’
Como trasladar la tensión de Expediente X o Twin Peaks a un videojuego, pero con la particularidad de que esta vez vas a ser tú el que sufra en sus propias carnes el terror que emana de la América profunda. ‘A Chair in a Room: Greenwater’ está disponible para PC.
‘Dreadhalls’
Con ‘Dreadhalls’ para PC nos alejamos un poco de la idea de ambientes reconocibles para adentrarnos en un gigantesco calabozo. Un laberinto interminable en el que su fuerte nunca son los gráficos, pero sí la cuidadísima ambientación y tensión que genera constantemente.
‘Wilson’s Heart’
A ‘Wilson’s Heart’ para PC se le ha reconocido en más de una ocasión ser la mejor historia de terror del catálogo de realidad virtual. En él, toca adentrarse en un thriller psicológico ambientado en un hospital de 1940 para intentar averiguar quién nos ha robado el corazón y lo ha cambiado por una máquina.
6 experiencias de terror en realidad virtual
Catatonic
Una experiencia corta pero intensa en la que tienes que recorrer las estancias de un hospital psiquiátrico atado a una silla de ruedas. Catatonic es una película gratuita, pero con un gran trabajo detrás. La experiencia con la silla que pega calambrazos con la que se estrenó te la pierdes, pero no por ello el paseo va a ser mejor.
Insidious VR
Disponible de forma gratuita para Android, Insidious VR es la experiencia interactiva que se lanzó para promocionar el lanzamiento de la última película de la saga. Precisamente por eso al final se acaba haciendo demasiado corto, pero vale la pena cada minuto.
Black Mass
Disponible a través de la app de Jaunt o YouTube, Black Mass no llega a los dos minutos de duración, pero es capaz de ponerte los pelos como escarpias con sus cambios ambientación constantes. Te recomiendo que, si tienes intención de probarlo, no veas el vídeo que hay sobre estas líneas.
11:57
Disponible para todas las plataformas, 11:57 es otro de esos vídeos cortos con tan mala leche como calidad. Una experiencia de terror en la que lo único que puedes hacer es mirar a tu alrededor a la espera de que algo o alguien te haga saltar de la silla.
The Forest
Basada en la película homónima, The Forest nos traslada hasta el bosque de los suicidios de Aokigahara en el Monte Fuji, donde deberemos encontrar una serie de pistas para salvar a nuestros amigos. Como un viaje a Japón pero sin cosas cuquis.
Vrideo
Cerramos con Vrideo, que lejos de ser una única opción nos introduce un recopilatorio de vídeos de 360º esperando a ser disfrutados. La buena noticia es que, entre ellos, hay muchos de terror que son muy recomendables, así que merece la pena darse un garbeo por lo que esconde.
Leave a Comment