‘FIFA 18’, la apuesta futbolera más completa del mercado, aterriza en la recta final del año para demostrar que más allá de lo repetitivo o anquilosado que parezca, sigue teniendo cuerda para rato. La nueva entrega de Electronic Arts ni es la más revolucionaria de la saga, ni conforma el punto de inflexión que presuponíamos, pero llega en el momento ideal para valorar el potencial de la marca en el fenómeno Nintendo Switch.

Con la comunidad celebrando lo atractivo del híbrido nintendero y la puesta a la venta del exitoso juego de EA en Playstation 4 (además de Xbox One y PC), nos enfrentamos a la minuciosa tarea de analizar las diferencias gráficas que existen entre ambas versiones. Hola controversia, ¿qué tal?

Las comparaciones son odiosas, ciertamente, aunque ya os adelantamos que hay más sorpresas de las que cabría esperar. Esta nueva entrega de Fifa ofrece dos caras bien distintas (y contrapuestas, ojo) de lo que significa desarrollar “a medida”, así que el tirón de orejas será merecido.

Hora de sacar la escuadra, el cartabón, la lupa y el fanatismo futbolero que lucimos con gusto desde aquella joya llamada ‘FIFA International Soccer‘. La saga vuelve a toda las plataformas y no podemos celebrarlo más fuerte.

Menú principal

Lo cierto es que adentrarse en el menú de FIFA 18 para PS4 es una experiencia interactiva entretenida y profunda. Como si de un espacio publicitario se tratase, los goles de la jornada y los mejores momentos en vídeo hacen que el ambiente se caldee desde el primer instante.

Desgraciadamente, en Switch todo resulta más simple y más directo, menos atractivo. Bien por su faceta portátil aleada de Wifi o por el hecho de no forzar la máquina con relleno de este tipo (delicioso, dicho sea de paso), la consola de Nintendo empieza a mostrar limites demasiado rápido.

Primer contacto con los jugadores: selección de equipos

Una vez elegidos los equipos (idénticos en número en ambas versiones) tendremos el primer contacto con el nivel gráfico. ‘FIFA 18’ para Switch luce un modelado de jugadores especialmente logrado. Las texturas de la ropa son buenas y las facciones se asemejan bastante, pero a la hora de integrar este primera animación en el entorno la cosa se diluye.

Por supuesto, la potencia de Playstation marca las diferencias. No obstante, el hecho de que los jugadores estén flotando nada tiene que ver con que Switch sea menos potente.¿Deberían haber cambiado el fondo por algo más acertado? Sin lugar a dudas. Este es uno de los pequeños detalles que, como fan de la saga, hacen que me cuestione eso de “desarrollado a medida”.

Estrategia y alineación

En cuanto a los ajustes tácticos hay pocas diferencias. La franquicia ha dado un paso al frente con los cambios rápidos y muchos todavía lo seguimos celebrando. En la demo pudimos comprobar cómo, estableciendo cambios sugeridos antes de saltar al campo, luego podíamos recurrir a ellos de manera automática una vez la pelota se hubiera detenido.

No tener que pausar el partido para realizar cambios de jugador mola mucho. ¿Cuál es el problema entonces? Pues que Switch se ha quedado sin esta perla tan merecida. Bravo. Además, y por si fuera poco, el usuario de Nintendo tampoco podrá ordenar instrucciones específicas a cada jugador ni podrá explotar la función táctil cuando esté jugando en portátil: su grandiosa virtud.

Pantalla de carga y minijuegos

La incursión de los minijuegos antes de los partidos nos supo a gloria hace unos años y siguen funcionando con soltura. Ya sea en pareja o en solitario, el hecho de registrar la puntuación y compararla con la de tus amigos ha hecho que esperar el pitido inicial sea de todo menos aburrido.

Por suerte, en Nintendo Switch se disfruta de esta divertida función, aunque reestructurando el entorno para que el motor no tenga que trabajar más de lo debido. Desde Electronic Arts han apostado por un campo de entrenamiento iluminado y con poco detalle para que lo esencial, hacer más llevadera la espera, siga siendo entretenido. Valorad vosotros mismos.

La introducción de los partidos

Si por algo se ha diferenciado esta saga de su principal competidor es por el mimo que le dedican a la ambientación de los partidos. Las escenas de introducción han sido un espectáculo digno de zamparse, por lo que ya podéis imaginar como puede ser las que lucen en ‘FIFA 18’.

A falta del Frostbite Engine, para Nintendo Switch no se han quedado muy atrás. Puede que eche de menos el dibujo táctico de los equipos con los jugadores entrando en escena mientras se cruzan de brazos y ponen cara de Malamadre, pero más allá la ambientación y los comentarios de Lama-González encajan como deben.

Balón

Pocas diferencias aquí. Tanto el balón que os traemos como las atrevidas variaciones que esperan partido lucen extremadamente bien en ambos sistemas. Incluso me decantaría por el modelo de Switch si tuviera que posicionarme.

La parte negativa de este apartado gira sobre las físicas y espero ser todo lo conciso que merecéis. En PS4 no han encontrado la fórmula del éxito todavía, pero ¿recordáis ‘FIFA 12’? Añádele un pulido HD y tendrás Fifa Switch. Así de simple, así de duro.

Césped

Una imagen dice más que mil palabras. Impresionantes las partículas que salen disparadas con el gambeteo de Sergio Ramos en PS4. Imaginaos la maravilla gráfica que hubiera sido la Gravesinha en ‘FIFA 18’.

Futbolistas en detalle

Las animaciones, los gestos, la interacción, las celebraciones. En líneas generales el juego muestra una base sólida tanto en cartucho como en bluray. Evidentemente se aprecian diferencias, pero estamos analizando una consola de sobremesa con una portátil. No podemos perder el norte.

Sí, Coutinho sigue teniendo la cara de circunstancias que se tatuó tras el tropiezo en su fichaje y en Electronic Arts la han bordado.

El uso de la luz

Ya adelanté que las comparaciones resultan odiosas hagas lo que hagas, y más teniendo en cuenta el potencial de una consola de sobremesa nacida para impresionar en lo visual. Aquí (de momento) no tienen rival, por lo que desde Electronic Arts han apostado por mantener 1080p y 60 fps estables en Nintendo Switch.

Han acertado, desde luego que sí, pero lo de PS4 quita el hipo a niveles de traca. ¡Atentos al brillo que desprende la nariz de Kaylor Navas, por el amor de Aragonés!

Estadios y público

Era uno de los aspectos más temidos por lo nintenderos seguidores de FIFA. La ambientación en las gradas no prometía absolutamente nada y han dado en el clavo. Antes cité ‘FIFA 12’, sin embargo ese nivel de descuidado en el diseño del público te replantea infinitas veces eso de “juego a medida”.

El público, las vallas publicitarias, los entrenadores (en Switch no aparecen), los banquillos, trabajadores o dibujado de fondo, ofrecen los ingredientes esenciales para conseguir el ambiente fubolero que requiere en juego de este tipo.

FIFA ULTIMATE TEAM

Desgraciadamente, además de la falta evidente de Fut Champions en la versión Switch, también echaremos de menos el catálogo de recompensas. Adiós equipaciones especiales sobre tus bandas rock favoritas. Más allá de los puramente técnico, lo cierto es que el menú aterriza en el híbrido con demasiadas carencias.

Por otro lado, la experiencia de Ultimate Team para los dos sistemas es muy parecida. El esquema de sobres, cartas, pujas y partidos se desenvuelven con soltura, así que en ese aspecto no cabrían muchas quejas.

¿Y la jugabilidad?

Para analizar con rigurosidad lo que ofrece la versión de Nintendo Switch debemos aparcar el aspecto visual. Este que os escribe buscaba buenas sensaciones, diversión sin trabas y una experiencia cuidada que pudiera suplir la falta de punch en sus animaciones o físicas, pero todo se ha quedado a medio gas.

La ausencia del motor Frostbite, que ha provocado los mayores avances de la saga en cuanto a físicas y animaciones, puede que concentre el origen de unas diferencias estilísticas razonables. Sin embargo, el hecho de que en PS4 la jugabilidad sea infinitamente más intuitiva, más natural, más responsiva y más adictiva hace que este port huela demasiado a prisas. O falta de inspiración, claro.

‘FIFA 18’ para Nintendo Switch no te ofrece el control que debería: los jugadores van más acelerados, el contacto al robar es tosco, sin matices, y el balón no encuentra los efectos lógicos del golpeo. Ya podéis olvidaros del tiki-taka, fans de Xavi, la mejor opción se resume a correr la banda.

Jugar al título en el híbrido nintendero es hacerlo con tantos puntos débiles que la experiencia termina resultando desesperante. No sentiréis el control como en su homólogo de Playstation 4, ahí la experiencia convence a buen nivel y continua la línea de ‘FIFA 17’ (Frostbite, te debemos mucho), aunque mejorando los tiempos de reacción de jugadores para hacerlo todavía más divertido.

En definitiva, su buscas jugabilidad no cabe la más mínima duda: ‘FIFA 18’ para PS4 es la cima de una franquicia condenada al éxito capaz del notable alto, como en este caso, y el aprobado más raspón, como lo visto en Nintendo Switch.

Lo mejor de FIFA 18 está en ambas versiones

Tras todo lo enseñado, ‘FIFA 18’ sigue demostrando potencial creativo para Xbox One, Playstation 4 y PC. Funciona, convence y divierte a buen nivel pese a no ofrecer novedades que merezcan titulares.

Sus bondades principales en forma de cantidad de ligas, equipos y licencias siguen intactas más allá de la falta de potencia en la versión de Switch, pero terminará pasando con más pena que gloria para aquellos que soñábamos con una experiencia parecida en jugabilidad a lo publicado en PS4.

Esperemos que los meses traigan una actualización necesaria que termine puliendo aspectos poco trabajados y que podamos saciar nuestra sed de pelotazos con la seguridad de estar jugando a un juego “a medida” y no “para medir”. El futuro de EA en Nintendo Switch depende del recibimiento de éste, así que más les vale convencer al usuario con extras que maquillen la falta de contenido y dedicación. He aquí el tirón de orejas.

Pero ojo, que no está todo perdido. Si te gusta el fútbol a niveles que asustan y si eres poseedor del título para PS4, ‘FIFA 18’ Switch podría llegar a encajar cuando el nivel de adicción roce lo enfermizo y estéis lejos de casa. Pese a sus sombras, despistes y carencias, estamos ante el mejor título deportivo al que hacer frente de forma portátil y es algo que se debe tener muy en cuenta. Desde luego que no compone la experiencia más trabajada del año (ni de los últimos cinco), pero permite llevar donde quieras y cómo quieras el universo fútbol más gigantesco creado hasta la fecha.