Te sientas en tu coche y antes de arrancar colocas el móvil delante de la caja de cambios. Lo enciendes brevemente y descubres que se te ha olvidado cargarlo, pero no pasa nada, porque para eso está el puerto USB de tu flamante vehículo. ¿O no?
Lo cierto es que los puertos USB integrados en multitud de coches son adecuados para poder conectar pendrives USB y reproducir música desde ellos, pero cuando uno quiere cargar el móvil se encuentra con que esos puertos no solo cargan muy lentos: si seguimos utilizando el móvil en el coche, ¡la batería sigue agotándose! ¿Cómo es posible?
Los puertos USB de los coches se quedan cortos
La razón es simple: las dos primeras especificaciones de este estándar (USB 1.0 y USB 2.0) definen cómo la intensidad de corriente en ambas versiones debe ser de 500 miliamperios (pudiendo soportar hasta 1.500 mA), y precisamente esa es la especificación utilizada por los fabricantes de coches.
Esa intensidad de corriente es válida para dispositivos USB que no necesitan un gran suministro de energía (como el citado caso de los pendrives con música), pero los móviles, sobre todo en las últimas generaciones, hacen gala de consumos mayores y de baterías que están preparadas para poder soportar mayores intensidades de carga.
Los cargadores móviles son cada vez más potentes
De hecho lo normal en smartphones actuales es contar con cargadores que trabajan con salidas de 2 amperios (2.000 miliamperios) y 5 voltios. Los fabricantes que están integrando sistemas de carga rápida van más allá, y por ejemplo los Galaxy S8/S8+ combinan ese modo de carga con otro que suministra 1,67A y 9V.
Huawei va incluso más allá y ofrece tres modos: 5V y 2A, 4,5V y 5A y 5V y 4,5A, logrando hasta 22,5 vatios durante la carga, un número realmente fantástico que permite recargar las baterías de sus últimos modelos a velocidades de vértigo.
El sistema VOOC de Oppo llega casi a esas cifras con un modo de 5V y 4A, y Meizu prometió hace unos meses un sistema llamado Super mCharge que suministraría 55 vatios de potencia eléctrica en sus móviles. Uauh.
Benditos cargadores para la toma de mechero
En nuestros coches, no obstante, la intensidad de corriente se reduce a esos 500 mA de los que hablábamos, lo que ralentiza la carga de nuestros smartphones de forma clara. De hecho y como comentábamos, esa intensidad de carga tampoco ayuda mucho si estamos usando el móvil mientras lo cargamos, y es probable que la batería no se recarge: simplemente se agotará algo más lentamente.
¿La solución? Algunos fabricantes comienzan a integrar puertos que soportan mayores intensidades de corriente, pero esta no parece ser una prioridad para esta industria.
En lugar de eso la respuesta está en los cargadores que se conectan a la toma de mechero, que suministra 12V y que por tanto se convierte en la idónea para recargar nuestros móviles. Ya hay muchos cargadores de coche compatibles (y preparados específicamente) preparados para soportar los sistemas de carga rápida de multitud de smartphones. Si recargas mucho en el coche, esta es la mejor opción.
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