Permanecer es complicado, irse es difícil y volver es un reto. Nokia fue un ladrillo básico en los cimientos de la telefonía móvil y no sabíamos muy bien qué esperar en su retorno a este mercado, empezando al final con una triple propuesta que hemos ido probando escalonadamente y ahora os traemos el análisis del Nokia 6, el que de momento es el hermano mayor en este renacimiento.
Aún con el recuerdo muy fresco de las sensaciones con el que queda inmediatamente por debajo (y muy, muy cerca), el Nokia 5, nos encontramos con un mellizo que mejora ligeramente por dentro pero cuyas diferencias están a primera vista en diseño y tamaño. Más metal, más cristal y más Android sin tapujos ni disfraces en este móvil entre la baja y la media gama, ¿qué diferencias cabe encontrar cuando se trata de opciones tan similares? Lo vemos a fondo.
Nokia 6, review en vídeo
Nokia 6, especificaciones técnicas
Nokia 6 | |
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Pantalla | IPS de 5,5 pulgadas con resolución 1.920 x 1.080 píxeles (403 ppp) |
Procesador | Qualcomm® Snapdragon 430 |
Núcleos | 8 núcleos a 1,4 GHz Cortex-A53 |
GPU | Adreno 505 |
RAM | 3 GB |
Memoria de almacenamiento | 32 GB (ampliables hasta 128 GB con tarjeta micro-SD |
Software | Android 7.1.1 Nougat |
Conectividad | Wifi 802.11 b/g/n, Bluetooth 4.1, LTE Cat.4 |
Batería | 3.000 mAh no extraíble |
Cámaras traseras | 16 megapíxeles con f/2.0, flash de doble tono | Cámara frontal | 8 megapíxeles con f/2.0, FOV de 84 grados |
Otros | Lector de huellas dactilares, doble SIM |
Dimensiones y peso | 154 x 75,8 x 7,85 milímetros (8,4 si se mide el saliente de la cámara) 169 gramos |
Precio | 249 euros (versión de 32 GB)279 euros (versión de 4 GB de RAM y 32 GB)289,64 euros (versión de 4 GB de RAM y 64 GB) |
Diseño y construcción: hecho para durar, pero también para temer arañazos
La marca finlandesa tiene una interesante trayectoria en su estética y construcción, con distintas fases tanto en su época de móviles (sin smart) como en las posteriores. En parte esto ha sido un reflejo de las particulares situaciones en las que Nokia se ha encontrado cuando su timón lo ha llevado otra casa, viendo que el mítico y resistente plástico que acompañó a terminales como el Nokia Lumia 520 tenía que compartir escaparate con el metal, con compañeros como el Lumia 830.
En la nueva Nokia ya hemos estado viendo que el plástico fueron tiempos pasados y que en este ADN tan renovado (y mutado) lo que hay es metal y más metal. Las líneas y acabados son lo que diferencian a un terminal y otro de esta primera remesa, y el Nokia 6 nos provoca un marcado déjà vu a un primo lejano, el Lumia 650, con bordes que cortan en ángulo de 90 grados aunque con trasera de metal.
La sensación en cuanto a calidad es buena, aunque personalmente no he podido quitarme el temor de que el elegante negro que tiñe el borde salvo en biselado y lateral de los botones se iba a ver corrompido por algún arañazo en algún descuido o percance. La trasera, también metálica, no da este miedo al tener un acabado más áspero y aparentemente resistente.
Eso sí, el déjà vu con el Lumia 650 es completo y este acabado también se convierte en un eficaz imán de huellas dactilares. Una trasera en mate y lo importante: antideslizante, cosa que se agradece cuando no se trata de un móvil demasiado compacto (sin ser grande).
Estos bordes que unen trasera y frontal cortando la ligerísima curva que dibuja la espalda del terminal hacen que en mano no resulte tan agradable como su hermano pequeño el Nokia 5 (sumado también a unas dimensiones algo mayores), pero tampoco resulta incómodo o pesado. Aunque no es un ejemplo de compactación, o al menos no llama la atención en este sentido como sí lo lograba el ZTE Axon 7, la verdad es que es bastante delgado y en este caso se agradece.
A nivel de estética ésta está cuidada y ha quedado un teléfono elegante, con la misma solución para el lector de huellas que veíamos en el Nokia 5 (sin botón, incrustado en el frontal), si bien el saliente de cristal para cámara trasera y flash le quita un pelín de sobriedad al conjunto pudiendo haber optado por soluciones similares a las del Honor 9 (sin saliente, más estético pero sobre todo más cómodo).
Al aprovechamiento del frontal por parte de la pantalla le damos un aprobado raspado. Al analizar este aspecto en el Nokia 5 ya vimos que ninguno se prodigaba en esto, pero que justamente era el Nokia 6 el que salía mejor con un 70,7%, aunque en realidad se queda en un 69,9% según nuestras medidas. No está mal para ser un teléfono de esta gama y teniendo el lector en el frontal, pero viendo que el Nokia 8 peca de lo mismo lo consideraremos una asignatura pendiente en el diseño de los nuevos Nokia.
Mención a parte para los botones laterales, muy, muy discretos tanto a nivel de protuberancia como por el acabado, mimetizándose con ese borde de aluminio y saliendo lo mínimo y necesario para que nuestra yema lo localice. Sin bailes y con buena sensibilidad y grado de presión, que aunque parezca una nimiedad comentarlo no siempre lo encontramos incluso en terminales de gama alta (precisamente en el Axon 7 bailaban mucho y esto empobrece la experiencia, dando sensación de mala calidad e inseguridad en la presión).
Pantalla: a falta de unos nits para tener lo justo y necesario
Quien os escribe antepone sensaciones a cifras, pero siempre hay números que son sinónimo de un mínimo de satisfacción y que por momento y contexto se convierten en el punto de partida implícito. Y en el caso de la pantalla es posible que sean los 1.920 x 1.080 píxeles del FullHD, resolución que vemos en el panel del Nokia 6.
Estando esta resolución más o menos democratizada (con la guerra de las K para los topes de gama), era lo mínimo que esperábamos en el que es la alternativa al Nokia 8 para quien busque algo por debajo y no quiera que el móvil se le quede corto en este aspecto como podría pasar con el Nokia 5.
A nivel de detalle, por tanto, no echamos en falta más de esos teóricos 403 píxeles por pulgada que tiene el panel según apunta el fabricante salvo que tengamos una retina exigente, pero siendo un móvil a caballo entre la gama media y de entrada es más que suficiente. Más allá de la resolución, el brillo máximo de 450 nits, el cual será suficiente en la mayoría de situaciones, si bien se agradecería algo más cuando el sol da más directa e intensamente.
El ajuste de brillo automático funciona bien en la mayoría de cambios de intensidad lumínica del ambiente, sólo ha tardado un poco en ajustarse de manera puntual (y aleatoria). Y algo que nos recuerda al Nokia 5 y que no es precisamente bueno: la sensibilidad táctil de este panel IPS es buena, pero puede que nuestra experiencia nos deje la idea contraria debido al lag que experimentamos a veces y que puede hacernos pensar que pantalla y botones táctiles tienen poca sensibilidad o respuesta con retraso cuando no es así.
Buenos ángulos de visión, buen nivel de contraste, temperatura de blancos en un punto bastante neutro (no nos da sensación de demasiado fría o cálida) y un nivel de saturación equilibrado y esperado para un panel IPS como éste, puede que algo apagado si nos gusta ese extra de viveza que suelen llevar las AMOLED o en los casos en los que el software permite ajustar temperatura y saturación. Aquí echamos de menos esas opciones que en ocasiones nos brindan las capas de personalización y en este Android “a pelo” no tenemos.
Tampoco tenemos opción de configurar Ambient Display, que la pantalla se active al elevar el terminal o el desbloqueo/activación por doble toque, aunque teniendo el lector en el frontal esto último particularmente no se echa en falta. El lector, por cierto, funciona muy bien, pero como ya nos pasó con el del Nokia 5 la experiencia probablemente mejorase si en vez de ser alargado horizontalmente fuese más bien cuadrado (como el del Moto G5 Plus, por ejemplo), de modo que pudiese apoyarse más superficie de la huella sin tener que lateralizar el dedo (para maximizar el contacto entre huella y lector, ya que a veces nos lo rechaza por ello).
Rendimiento: el giga de RAM que hizo olvidar (casi del todo) qué procesador lleva
De nuevo aquí toca dar la razón un poco a los números y a que cuanto más, mejor (teniendo claro que esto no es así siempre), y ese GB de RAM que tenemos de más con respecto al Nokia 5 en el Nokia 6 probablemente sea parte de lo que nos ha acabado proporcionando una experiencia distinta y para bien.
Y matizar esto viene porque el Nokia 6 integra un procesador Snapdragon 430 y 3 GB de RAM, el mismo SoC que el Nokia 5 (y la misma gráfica). De hecho, ya en las primeras impresiones que hicimos de estos móviles tras su presentación en el MWC pudimos percibir las diferencias a nivel de desempeño entre un móvil y otro.
En la balanza de la experiencia de uso ponemos en este caso en un plato el hecho de que partamos de una configuración básica (pudiendo quizás haber optado por un procesador de la serie 600 de Qualcomm), y en el otro lo que los nuevos Nokia llevan por bandera: Pure Android. Es decir, el carro va a tirar con caballos justos, pero la carga tampoco va ser demasiado pesada. ¿El resultado? Mejor que lo previo, pero sin milagros.
Con el Nokia 6 no experimentamos un lag tan presente o llamativo como el que sí tuvimos con el Nokia 5. Aquí no hay interrupciones como la que sucedía con Spotify y el retraso es más patente sólo al manejar la cámara (lo veremos en detalle) o en apps de mucha carga gráfica, como el menú de configuraciones del juego Asphalt 8 (las partidas se ejecutan sin problemas ni parones, pero en el menú sí hay lag).
Lo notamos ligeramente al abrir la multitarea o desbloquear el terminal, pero tampoco resulta llamativo teniendo en cuenta de la configuración de la que hablamos y en estos casos no afecta demasiado a la experiencia global (salvo al abrir la cámara desde la pantalla de bloqueo, tarda algo más de un segundo en estar activa). Sólo resulta molesto cuando se trata de la app de cámara (lo veremos en detalle en su sección específica).
El móvil se porta bien al ejecutar los distintos tipos de apps, ya sean de multimedia o de menos exigencia gráfica, si bien en las que la interfaz es tipo timeline (Instagram, clientes de Twitter, etc.) sí notaremos que el scroll se arrastra un poco y al deslizar nuestro dedo hacia abajo para pasar gran cantidad de este TL se quedará un poco atrás sobre todo si hay fotografías.
En cuanto al calentamiento, un elemento inherente a las construcciones en metal, no hemos experimentado aumentos de temperatura llamativos o molestos. Como es habitual, son los juegos y la cámara lo que hace que la temperatura trascienda a la superficie y se note más, sobre todo en la zona que bordea al saliente de la cámara, pero ni a nivel de sensaciones ni por las cifras que nos daban sus interiores (medidas con la app CPU Z) es algo alarmante ni molesto.
Para acabar con el rendimiento y las cifras y para quienes tomáis como referencia los números de los tests de rendimiento, los resultados de los principales benchmarks para el Nokia 6 son de 47.115 puntos en AnTuTu, 9.471 en 3DMark (Ice Storm Unlimited), 661 / 2.837 en GeekBench y 3.621 en PCMark (Work). Los comparamos con otros móviles de configuración equivalente o similar.
Prueba | Nokia 6 | Nokia 5 | BQ Aquaris U Plus | Xiaomi Redmi 4x |
---|---|---|---|---|
AnTuTu | 47.115 | 45.099 | 42.283 | 42.259 |
GeekBench (Single / Multi) | 661 / 2.837 | 670 / 2.849 | 614 / 1.799 | 676 / 1.996 |
PCMark Work | 3.621 | 3.259 | 3.538 | – |
3DMark (IceStorm Unlimited) | 9.471 | 9.473 | 9.348 | 9.374 |
Software: lo puro, si es fluido, dos veces bueno, pero puede que algo escueto
Como ya hemos anticipado en distintos puntos anteriores, en esta ocasión nos encontramos un software sin aditivos ni personalizaciones por parte del fabricante: Google propone y Nokia dispone, sin que entre el usuario y Android Nougat 7.1.1 haya ninguna otra capa de software. Estética y funciones son las que esta versión del sistema operativo ofrece, y eso tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Para quienes buscamos una experiencia que sea fluida al máximo posible y con las menores florituras en cuanto a extras, que el fabricante nos garantice la pureza a nivel del software suma puntos. Dejando a un lado las cuestiones estéticas (que siempre dependen en último término de gustos y modas), no vamos a tener la carga gráfica que a veces interfaces y animaciones suponen, de modo que esto no va a tomar prestados más recursos de los necesario. ¿Es reflejo el Nokia 6 de esto? Sí, lo es, bien jugado ahí.
Por otra parte está que a nadie le amarga un dulce y a nivel de personalización e información para el usuario Android stock nos deja, irónicamente, con ganas de postre. Echamos en falta (como ya hemos comentado en el apartado de pantalla) que pueda personalizarse la pantalla a nivel de saturación, temperatura y opciones en teléfono inactivo, y también algo más de información sobre el consumo de batería (como la opción de poner el porcentaje de consumo en el icono de la barra de estado).
Lo que también está limitada es la personalización en cuanto a la disposición de apps en el cajón y que éstas puedan desinstalarse del todo sin necesidad de inhabilitarlas, si bien en este caso no tendremos ningún regalo en forma de bloatware (lo cual sí puede amargar en algún caso). No obstante todo esto no es algo que dependa del terminal, y más que carencias de éste son el recuerdo de las restricciones de Google.
Poco que añadir más del sistema operativo, más parco también en la app de cámara como veremos a continuación. Probablemente el no cargar el peso extra a nivel de exigencia al hardware que supondría una capa de personalización Nokia ha logrado que la experiencia de uso en el 6 sea buena, bastante mejor que en el 5, aunque conllevando estas desventajas que hemos comentado.
Cámaras: o falta un Nokia 7 con algo mejor o el salto puede ser abismal
Las cámaras del Nokia 6 incorporan sensores de 16 megapíxeles (con píxeles de 1 µm) y 8 megapíxeles (con píxeles de 1,12 µm) para la frontal, 3 megapíxeles más que el Nokia 5 en la trasera y en principio la misma cámara delantera. Ambas con apertura máxima F/2.0 y en el caso de la trasera flash de doble tono.
Antes de entrar en detalle a los resultados de las cámaras, dedicamos unas pocas palabras a la app. Pocas, porque en lo que se refiere a prestaciones tiene las mínimas e imprescindibles para que el usuario estándar pueda disparar sin pensar en modos de disparo como los desenfoques o el manual/profesional.
Eso queda descartado en Android Puro; sobre el papel tenemos el modo HDR si buscamos un plus en cierto modo, pero spoiler alert, es posible que en la pantalla no tengamos lo esperado (o ni siquiera algo mucho más distinto que lo que obtenemos en modo normal). Y por otra parte, dado que habrá un máximo de resolución para según qué tipo de vídeo hagamos, se haría mucho más cómodo un acceso directo a esta parte de los ajustes permanente (y no sólo el “Ir a ajustes” de cuando nos avisa de que hemos de disminuir la resolución).
En cuanto a uso, la app resulta muy sencilla (casi por obligación) y tiene una navegación intuitiva salvo las opciones de disparo, que quizás pueden pasar algo desapercibidas y no vendría nada mal una explicación de lo que es “Suavizar” (están en el icono de la cámara al lado del botón de disparo: normal, panorámico y “suavizar”).
La app es sencilla e intuitica, pero la lentitud que a veces experimentamos sobre todo al cambiar a HDR empobrece la experiencia más que la carencia de algunas opciones
La experiencia se ve algo coartada por la lentitud que a veces experimentamos sobre todo al cambiar a HDR (casi medio segundo, a veces tarda tanto que parece que no hayamos pulsado bien, volvemos a hacerlo y nos pasamos, teniendo que dar la vuelta a las opciones de nuevo). Este lag a veces contagia al disparo; de noche es de esperar por las condiciones más exigentes, sobre todo el HDR (que no son uno, sino tres disparos), pero en ocasiones nos encontramos un disparo mucho más lento en modo automático (unos dos segundos) y no al tirar en HDR.
Cámara trasera: ay, cómo no hemos cambiado
No sabes muy bien qué esperar en una cámara de un móvil que va a caballo entre gamas y que, aunque en poco grado, se diferencia de su hermano menor. ¿Se notan los tres megapíxeles de más en la cámara? Quizás el Nokia 6 sea la prueba física de que en cuanto a esto más no siempre es mejor.
Los disparos con el Nokia 6 son los que esperas en una cámara de un móvil básico, de gama de entrada. La falta de detalle es constante y la vemos ya en disparos a plena luz (no luz directa, pero sí abundante). Esto se nota mucho más si hacemos zoom o si ampliamos la fotografía una vez tomada, pero lo que resulta algo más evidente y también general es una falta de contraste y en ocasiones de viveza o saturación en los colores.
Los colores no son del todo realistas salvo en interiores. También equilibra mejor en las macros, en las cuales las cámaras suelen defenderse algo más, y de hecho el detalle en este caso (al extremar la distancia mínima de enfoque, unos cinco centímetros) está más logrado (en el área de enfoque, claro), siendo éstos los disparos en los que mejor queda la cámara.
El balance de blancos suele estar equilibrado, sin encontrarnos temperaturas demasiado cálidas o frías, salvo si tiramos de flash. El doble tono de éste nos dejará siempre disparos anaranjados, tendiendo más a rojo si la luz ambiental es también más cálida.
El HDR es casi prescindible salvo en alguna situación de luz algo más escasa (atardeceres/amaneceres), donde puede salvar algo más el cielo al compensar la exposición o las zonas oscuras del suelo. En el resto de situaciones no empeorará el resultado, pero no notaremos diferencia, ni siquiera ese efecto de aumento de detalle que a veces se obtiene al unir los disparos.
De hecho, si estamos disparando de noche o en muy baja luz lo mejor es olvidar que existe ese botón por la extrema lentitud, tanto del disparo como del cambio de modo. Nos ha sido muy complicado sacar instantáneas no movidas usando el HDR de noche, requiere pulso de cirujano ocular además de la paciencia (lo segundo sí lo tenemos siempre aquí, pero no es suficiente en esta ocasión).
En general nos parece una cámara mediocre, con un resultado algo por debajo de lo esperado teniendo en cuenta la configuración debido sobre todo a la acusada falta de detalle, la aparición demasiado pronta del ruido y el poco realismo en el color. En cuanto a la experiencia la lentitud también influye, sobre todo si luego entras a Fotos y el resultado no compensa la dosis extra de paciencia.
Cámara frontal: sonrisas mejor definidas de lo que pensábamos
Con la cámara subjetiva siempre bajamos las expectativas y sabemos que no podemos exigir ni mucho menos lo que a la frontal, salvo en los pocos casos en los que el fabricante la vitamina hasta el punto de que sea un reclamo fuerte. No es el del Nokia 6, ya hemos visto la óptica que lleva y sobre el papel es bastante estándar, pero el resultado es mejor del esperado.
Muy buen nivel de detalle en situaciones de luz abundante y media y buena compensación de la exposición, aunque también experimenta una pequeña falta de viveza en el color. No tenemos los complejos completos modos de belleza de fabricantes como ASUS o Huawei, pero para quien busca ese retoque automático está la opción de “suavizar” (también para retratos con la trasera) que nos “limpiará” la piel de detalles como pecas en un intento de homogeneizar la cara.
El HDR aquí carraspea y da un golpe en la mesa, pero no para bien. Normalmente nos exagerará puntos como el cabello, de modo que quedan los bordes exagerados y deja un resultado poco realista por exceso de procesado o no equilibrar la combinación de disparos.
En interiores y fotos nocturnas las acuarelas aparecen con facilidad, en éstas últimas también el ruido. Pero aún así las instantáneas cumplen de manera más satisfactoria que en el caso anterior en general, si bien tenemos el mismo lag al activar el HDR y el modo “Suavizar” es, valga la redundancia, demasiado suave si el usuario busca ese efecto porcelana habitualmente más agresivo.
Os dejamos una selección de fotografías tomadas con ambas cámaras tanto en modo automático como en HDR, en distintos entornos y condiciones varias de iluminación.
[[gallery: nokia-6-fotografias]]
Vídeo: 1080p para todas (y cumpliendo)
Tanto la cámara trasera como la frontal pueden realizar una grabación de vídeo a 1080p como máximo, teniendo que rebajar como comentábamos antes al menos a 720p para cámara lenta (podemos hacer tanto grabación lenta como acelerada en ambas). Teniendo en cuenta que no cuenta con estabilizador (tampoco lo esperamos en configuraciones así), el resultado es aceptable, con contraste y saturación adecuados y buena captación de sonido incluso haciendo zoom (en ocasiones aquí hay parones, y no es el caso).
Detalle aceptable a plena luz del día, tanto en exteriores como en interiores. De noche y con poca luz éste escasea y las acuarelas son continuas en tomas nocturnas sobre todo si tiramos de zoom, pero el resultado en las grabaciones es el que esperábamos y resulta adecuado si no buscamos vídeos de calidad, y si queremos capturas sencillas del momento para nosotros o redes sociales.
Buen resultado también en la frontal, con ligera sobreexposición en exteriores. En interiores y condiciones de menos luz sin sorpresas, se acentúa la pérdida de detalle y el ruido tiene mayor presencia, pero no experimentamos parones en captura o audio ni ningún otro problema.
Batería: la capacidad de moda con un resultado no tan extendido (para bien)
Toda operación bikini tiene un precio y en los smartphones es, en muchos casos, sacrificar volumen de batería. En teléfonos de 5,5 pulgadas o más lo normal es que se parta de unos 3.000 mAh, de hecho es la capacidad más habitual que vemos en los móviles con esta diagonal independientemente del volumen total del chasis, y el Nokia 6 encaja en esta especie de tendencia.
Nokia 6 | Nokia 5 | Samsung Galaxy S8 | Moto G5 Plus | OnePlus 5 | HTC U11 | LG G6 | |
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Dimensiones (mm) | 154 x 75,8 x 7,9 | 149,7 x 72,5 x 8,05 | 148,9 x 68,1 x 8 | 150,2 x 74,8 x 7,7-9,7 | 154,2 x 74,1 x 7,3 | 153,9 x 75,9 x 7,9 | 148,9 x 71,9 x 7,7 |
Pantalla | 5,5 pulgadas | 5,2 pulgadas | 5,8 pulgadas | 5,5 pulgadas | 5,5 pulgadas | 5,5 pulgadas | 5,5 pulgadas |
Volumen (cc) | 92,22 | 87,37 | 81,12 | 97,74 | 83,41 | 92,28 | 82,43 |
Batería (mAh) | 3.000 | 3.000 | 3.000 | 3.000 | 3.000 | 3.000 | 3.000 |
El Nokia 6, algo más grande que el Nokia 5, tiene una batería de la misma capacidad. De hecho es la misma que monta el Moto G5 Plus, bastante más grande. Pero la autonomía tampoco es cuestión sólo de números.
Dependiendo de la actividad, los 3.000 mAh del Nokia 6 son suficientes para acabar el día, tampoco sobradamente pero da para salir de casa tranquilamente sin que acabemos recurriendo a cargarlo necesariamente, incluso con mayor tiempo en 3G y recurriendo a cámara, navegación y multimedia.
Eso sí, los grandes ausentes son la carga rápida y el USB tipo-C que parece que se resistan a llegar a los terminales que no estén compitiendo en ligas mayores (el Nokia 8 sí lo integra). En este caso el Nokia 6 tiene un tiempo de carga completa de dos horas y media, con el terminal apagado y partiendo del 0%. Las medias que nos ha dado son de unas 15:30 horas de vida media de la batería y en torno a las 4 horas de pantalla.
No podemos hablar de una mala autonomía con todo esto, pero siempre se tiene mejor experiencia cuando se termina el día con algo más de margen (y no con un 1-2%). Aquí probablemente jueguen un papel fundamental el no tener capa de software (y que pueda haber más elementos de el consumo basal) y la resolución de la pantalla, aunque en ocasiones las capas de personalización aportan herramientas de optimización de consumo que Android puro no tiene.
Sonido: discretamente bueno
En la época de la guerra de contenidos por streaming no está de más salpimentar algo más los recursos de hardware de los que depende este entretenimiento, y el audio tiene aún mucho margen de mejora sobre todo en los móviles fuera de las altas gamas. El Nokia 6 tiene un pequeño añadido en este sentido, ya que cuenta con ajuste de sonido DOLBY Surround además de audio estéreo, con el altavoz principal en el borde inferior (al lado del USB) y la otra salida en el auricular.
En ocasiones las nomenclaturas comerciales quedan en eso y la experiencia apenas varía en la práctica, pero en este caso el DOLBY Surround se nota a nivel de calidad, obteniendo un sonido algo más nítido (aunque perdiendo algún decibelio). Lo que se nota menos es el ajuste para música o teatro que encontramos entre las opciones de configuración, el cual podría tener un toggle propio opcional en la cortinilla de notificaciones para tener un acceso más rápido, por cierto.
El audio por altavoz es aceptable a nivel de volumen y calidad. Obtenemos un máximo aproximado de 103 decibelios (109 si desactivamos el sonido DOLBY), si bien la experiencia mejora cuando nos quedamos entre los 70 y 80 (más o menos al 90% de volumen) ya que se ensucia menos. En auriculares siempre mejora algo más y el Nokia 6 no es una excepción, recordando que en este caso tenemos jack de audio.
Nokia 6, la opinión de Consultores-TIC
El Nokia 6 es un terminal cuya principal baza es una construcción que lleva por bandera el “fabricado para durar”, aunque la sensación que da es más de sobriedad y diseño cuidado que la de resistencia. De hecho, aunque bien acabado y elegante, el aluminio del borde parece una víctima potencial de arañazos como los iPhones u otros terminales de acabado similar.
Junto con la batería, que sin ser sobresaliente da una experiencia aceptable y con poca queja, éstos parecen ser los fuertes de este otro terminal con Android puro que agradece y mucho ese tercer giga de RAM que tiene con respecto al Nokia 5. Por muy mellizos que parezcan sobre el papel y a nivel de sus tripas, la experiencia ha sido mucho más satisfactoria en éste.
No obstante a priori, se nos hace algo escasa la diferenciación entre éstos dos a nivel de hardware y demasiado drástica entre éste y el Nokia 8. Tras probar este Nokia 6 nos cuestionamos dos aspectos del escaparate que de momento plantea Nokia al comprador: ¿no ensombrece este mellizo al Nokia 5, que por poco más da una experiencia bastante más satisfactoria? ¿Por qué no un Nokia 6 más a medio camino entre el 5 y el 8, con más potencia y quizás una mejor cámara? No sabemos si habrá un Nokia 7 que se ubique justo aquí, pero este Nokia 6, en este sentido, queda algo descafeinado.
En resumen, el Nokia 6 nos parece un candidato algo más firme en la particular apuesta de HMD con los finlandeses, enfatizando el bajo coste, las especificaciones mínimas y un Android puro. Pero con un procesador más bien de gama de entrada y un precio de gama media le quedan pocas bazas para apostar por él salvo que se priorice el diseño o se busque el metal o este Android sin capas a toda costa.
Pudiendo tener un candidato a “marear” por la gama de entrada y otro para hacerlo en la gama media, los Nokia 5 y 6 quedan un poco en tierra de nadie y se hace difícil recomendarlos con respecto a otros de la competencia como el Moto G5 Plus.
7.8
A favor
- Diseño y construcción: pese a tener esquinas resulta cómodo, además de no resbalar y tener un acabado elegante.
- La resolución FullHD es una gran elección.
- La cámara frontal no es milagrosa, pero da resultados mejores a los esperados.
En contra
- La cámara trasera queda por debajo de las expectativas: esperábamos un pequeño salto de calidad con respecto al Nokia 5 que no hemos visto.
- El frontal podría aprovecharse más, potenciando así el reclamos del diseño.
- Hay algunos “lags” que empeoran bastante la experiencia.
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Nokia. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
En este artículo ha colaborado Pedro Santamaría con la realización del vídeo.
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