La dualidad está de moda en el sector de la telefonía, lo vemos casi a diario con anuncios y rumores sobre nuevos dispositivos, pero la mayoría de veces (por no decir todas), esta dualidad se centra en las cámaras. La tendencia de las cámaras dobles se ha extendido rápidamente por el panorama móvil y prácticamente todos los fabricantes cuentan con al menos un terminal en su catálogo que cuenta con esta característica. La firma china Meizu se acaba de estrenar en esto de la dualidad, pero no sólo en la cámara, también en las pantallas.
El protagonista de estas líneas es el recién presentado Meizu PRO 7, un smartphone que hemos podido conocer hoy mismo en Zhuhai, China y que se corona como el nuevo flagship de la marca. Sus argumentos son un diseño de aluminio que sigue los dictados de la moda premium, hoja técnica al nivel de los androides chinos más destacados, cámara doble (cómo no), pero sobre todo destaca por una segunda pantalla trasera que no deja indiferente. Tras pasar un rato con el Meizu PRO 7, esto es lo que nos ha parecido.
El riesgo llega en forma de pantalla trasera
El Meizu PRO 7 es mucho más que su pantalla secundaria, pero como no podía ser de otra forma, es lo primero en lo que me he centrado nada más echarle el guante a lo último de la firma china. Meizu no es la primera marca de smartphones que presume de contar con una segunda pantalla, otras como LG con el V20 o HTC con el U Ultra ya lo habían hecho antes, pero el concepto era distinto al contar con un fragmento de pantalla situado sobre el panel frontal.
Como se aprecia en la imagen, el terminal cuenta con una pantalla integrada en la parte trasera, concretamente ajustada al lateral izquierdo, justo bajo la cámara. La propuesta que nos trae la firma china es una pantalla totalmente independiente del panel delantero. Quizás la idea de Meizu se asemeja más a la de Yotaphone, el móvil ruso que cuenta con una pantalla trasera de tinta electrónica, sólo que aquí no ocupa toda la trasera y la tecnología empleada es AMOLED a todo color. Si nos fijamos únicamente en la parte técnica, estamos ante un panel de 1,9 pulgadas en diagonal con resolución 240 x 536 píxeles y una densidad de 307 ppp. Pero lo que nos interesa más que sus especificaciones son sus funciones.
¿Para qué sirve esta pequeña pantalla trasera? La idea de Meizu nos recuerda un poco al concepto de Always On Display, esa función que nos permite tener siempre a la vista información importante como la hora, las notificaciones o el tiempo sin tener que tocar el móvil, pero aquí lo tenemos todo en una pantalla separada y que además está en la parte trasera. Este es quizás uno de los puntos que me resultan un tanto delicados desde el punto de vista de la funcionalidad ya que hay que dar la vuelta al móvil para cambiar entre pantallas, mientras que con Always On lo tenemos todo en la misma.
En la pantalla trasera del Meizu PRO 7 tenemos el reloj y la fecha. Si deslizamos hacia un lado también podemos ver el parte meteorológico y hasta tenemos un podómetro que nos dice cuántos pasos hemos dado ese día. Por supuesto, también nos muestra las notificaciones cuando recibimos una. Además, en la versión china también hay datos sobre WeChat y podemos acceder a infinidad de fondos de pantalla. Gracias a la tecnología AMOLED, Meizu asegura que este panel no impacta en la duración de la batería, pero de momento no podemos corroborarlo.
Sin duda la función más destacada de la pantalla trasera es que nos permite hacernos un selfie con efecto bokeh con la cámara trasera, que por supuesto también es doble.
Pero la función que más llama la atención de esta pantalla secundaria es la que nos permite sacarnos un selfie con efecto desenfoque con la cámara doble trasera, una opción que sin esta pantalla es posible, pero resulta más complicada porque vamos ‘a ciegas’.
¿Es lo suficientemente útil como para justificar la integración de esta segunda pantalla? Pues de momento me reservo responder esta pregunta para el análisis a fondo, pero puedo decir que la idea resulta bastante curiosa a la par que arriesgada, tanto para bien como para mal. No sé si me resultará práctica en el día a día o me acabará pareciendo un elemento totalmente prescindible, esto lo veremos en el análisis a fondo.
Diseño y pantalla: tradicional por delante, llamativo por detrás
Hablemos de la otra pantalla, también una AMOLED, pero en este caso bastante más grande. El modelo que he probado es el Meizu PRO 7 normal, que es el que lleva un panel de 5,2 pulgadas con resolución FullHD, y la verdad que las sensaciones han sido muy buenas.
El tamaño hacen que el terminal resulta muy manejable y cómodo en mano, mientras que el elevado contraste y un brillo bastante alto hacen que el contenido aparezca nítido, con colores bastante fieles dentro de esa ligera sobresaturación que nos suelen brindar los paneles AMOLED y una respuesta táctil muy suave y fluida. Sí es cierto que me ha quedado pendiente usarlo a pleno sol, probablemente el escenario más exigente para cualquier pantalla, pero de nuevo esto lo veremos con más detalle en el análisis.
Sobre el diseño poco que decir. Salvo por el detalle de la pantalla trasera estamos ante un móvil bastante tradicional y coherente con el estilo de diseño de Meizu. Tenemos un chasis de aluminio unibody con bordes y esquinas redondeadas, un frontal cubierto de cristal 2.5D y lector de huellas ovalado en la parte frontal.
Hablando de la pantalla trasera, la verdad es que desde el punto de vista del diseño queda algo extraña al estar situada en el lateral izquierdo. Pero además es un poco incómoda de manejar cuando estamos sujetando el móvil en la mano si somos diestros. Quizás la parte central hubiera sido una ubicación más adecuada tanto por el equilibrio visual como por la funcionalidad.
Eso sí, la pantalla trasera está muy bien integrada en el chasis y no hay ni el más mínimo escalón entre el cristal que la recubre y el aluminio. El resultado, aunque como decía resulta un poco extraño, es bastante elegante en el modelo negro, no tanto en las versiones plata y dorada en las que se aprecia un rectángulo negro mucho más tosco.
Una prometedora cámara dual
Decía al principio que la dualidad es novedad para Meizu, además de en las pantallas también en la cámara trasera. La firma china estrena su primera cámara doble con el PRO 7 y la verdad es que la primera impresión ha sido muy buena.
Estamos ante una pareja de sensores Sony IMX389 de 12 megapíxeles con lente f/2.0. En esto de las cámaras duales hay dos escuelas, la del zoom y la que combina blanco y negro con RGB, y Meizu ha apostado más por la segunda, aunque con algunos detalles de la primera.
Aunque no tenemos un zoom óptico como sí encontramos en terminales como el iPhone 7 Plus o el Xiaomi Mi 6, el Meizu PRO 7 cuenta con un modo retrato que desenfoca el fondo, pero aquí me reservo dar un veredicto ya que no he podido probarlo con buena luz, aunque he de decir que no me ha decepcionado en condiciones de luz algo complejas como la de la imagen superior.
También he probado la función de selfie con desenfoque con ayuda de la pantalla trasera y la verdad es que me ha resultado mucho más fácil encuadrar y disparar que si no tuviera la asistencia de esta pequeña ‘ventana’, pero como decía antes, habrá que ver si resulta práctica más allá de este uso. Por cierto, que también lleva una cámara delantera de 16 megapíxeles, aunque teniendo esta opción con la cámara trasera es posible que su uso se vea perjudicado.
Lo que sí que he podido comprobar es que la cámara hace un trabajo bastante aceptable en escenas nocturnas, tal y como se aprecia en la imagen sobre estas líneas. Eso sí, el ruido y las aberraciones cromáticas son evidentes, claro que la escena era bastante complicada.
Durante la corta prueba que he podido realizar no es posible dar un veredicto definitivo sobre la cámara, pero sí es cierto que me he quedado con ganas de exprimirla más a fondo para ver hasta dónde es capaz de llegar. Tengo claro que no va a ser la mejor cámara del panorama, pero a priori parece que Meizu ha puesto especial cuidado en el apartado fotográfico, veremos qué tal se defiende.
El hermano pequeño se queda con el Helio P25
Como ya han contado nuestros compañeros de Consultores-TIC Android, el Meizu PRO 7 viene acompañado de una versión Plus, lo que significa que el modelo normal (que es el que llegará a España y más países próximamente) tiene que hacer algunas concesiones a nivel técnico.
La primera y que menos me ha gustado es que el procesador que integra es el Helio P25 y no el X30, que era el que esperábamos poder probar. Se trata de un chip de ocho núcleos a 2,5 GHz que ha sido fabricado con el proceso de 16nm, mientras que el Helio X30 se beneficia de los 10 nm, lo que debería notarse sobre todo en la eficiencia energética. Le acompañan 4 GB de memoria RAM y un fondo de 64 GB de capacidad.
Es una configuración más que suficiente para obtener un buen rendimiento y experiencia de uso en el día a día y, a falta de pasar más tiempo con él, he podido comprobar que el Helio P25 cumple bien en este apartado.
En el apartado de la batería obviamente tampoco he podido probar si la duración que promete Meizu (13,5 horas de uso) se corresponde a la realidad, pero con 3.000 mAh no parece que vaya a destacar demasiado en autonomía, sino que se quedará dentro de los tiempos habituales de día o día y medio sin pasar por el enchufe. Otro punto en el que el PRO 7 normal se queda atrás es en la carga rápida al contar con la versión 3.0, mientras que su hermano mayor estrena la versión 4.0, mejorada para evitar sobrecalentamientos.
Lo mejor del PRO 7 es que Meizu ha apostado por diferenciarse, algo complicado en un panorama cada vez más saturado y homogéneo.
El Meizu PRO 7 con helio P25 será, de momento, el único modelo que salga de las fronteras chinas, por lo que no podemos probar las capacidades del nuevo flagship de Mediatek, sin duda una de las novedades más esperadas de este smartphone y un punto que ha sido un tanto decepcionante. Con todo, el Meizu PRO 7 es una apuesta fuerte para destacar en un panorama móvil cada vez más saturado y, sobre todo, homogéneo. Ahora queda comprobar si la propuesta de la pantalla doble resulta útil o pasa a la lista de inventos que quedaron en el olvido.
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