Uno de los anuncios más potentes de Activision en este E3 2017 ha sido el de ‘Call of Duty: WWII’, que saldrá a la venta el próximo 3 de noviembre para PC, PS4 y Xbox One y que supondrá la vuelta a donde empezó todo en la saga: la Segunda Guerra Mundial.
Hemos podido probarlo en Los Ángeles en el stand de Activision con una PS4 Pro. Ahí van nuestras impresiones del modo multijugador y de la campaña de esta nueva entrega desarrollada por Sledgehammer.
Sin esvásticas, pero con palas, fusiles de asalto y lanzallamas
Glen Schofield (CEO y co-fundador de Sledgehammer) y Michael Condrey (desarrollo de producto en Sledgehammer) nos afirmaron bastante seguros de sí mismos que este Call of Duty es “el mejor juego de sus carreras”.
Uno de los motivos que esgrimieron es que han tratado de reflejar con realismo los horrores de la guerra. Es cierto que la ambientación está muy lograda y que no se escatima en sangre cuando aniquilas a tu rival (aquí la palma se la lleva la muerte por detrás con una pala, poco elegante pero muy efectiva), pero para un juego que pretende ser “históricamente auténtico” se hace raro que las esvásticas nazis hayan sido reemplazadas por meras cruces negras. Es una decisión creativa probablemente propiciada para evitar polémicas, pero no deja de ser curioso que haya sido así.
En cualquier caso, uno de los puntos fuertes de esta nueva entrega son las armas. Sin ser expertos en los detalles de esta ‘guerra total’, el realismo y la variedad de armas que podemos usar te mete bastante bien en el juego, sea con un fusil de asalto, con una bayoneta o con una metralleta. Mi favorita en estos primeros minutos de juego ha sido el lanzallamas: espectacular y muy destructivo si logras usarlo bien.
Es importante comentar que aunque haya dos bandos (Eje y Aliados), podremos usar todas las armas independientemente del bando en el que estemos. Quizá parezca un detalle menor, pero no es gracioso descubrir que el sonido de ese rifle que identificas como de tu equipo es en realidad el de un adversario atacándote por sorpresa. Le da más emoción, eso sí.
Un multijugador más táctico
Con la inclusión del nuevo sistema por Divisiones, el modo multijugador se ha vuelto un poco más táctico. Hasta ahora, los jugadores podían configurarse su propia clase de personaje con armas, habilidades y mejoras siguiendo su propio estilo. En este ‘Call of Duty: WWII’ tendremos que elegir entre cinco perfiles preconfigurados: Infantery, Airborne, Armored, Mountain y Expeditionary.
Cada división tiene sus habilidades propias (Infantería puede cargar cuerpo a cuerpo con una bayoneta, expedicionario usa una escopeta con balas incendiarias, montañero será ideal para “campers” que quieran camuflarse y esperar, etc.), lo que hace que tengas que pensarte muy bien cuál elegir dependiendo de tu modo de juego. Y esto es importante porque lo ideal es que consigas un equipo equilibrado que se aproveche de las diferentes virtudes de cada división.
Si eres más agresivo, opta por infantería o armado. Si eres más defensivo, montañero o aéreo. Lo mejor es probar para saber cuál te viene mejor.
La implicación más directa de estas divisiones es que la curva de aprendizaje será un poco más lenta. Esto es bueno porque, por un lado, hará que jugadores de otros títulos de la saga tengan que emplearse bien para dominar el nuevo sistema y, por otro, hará que los primerizos le echen más horas para no morir a los 10 segundos.
Modo Guerra
El nuevo Modo Guerra también fomenta ese lado más táctico y cooperativo del juego. Básicamente consiste en ir completando misiones por tramos: ataca este punto, luego construye un puente para llegar hasta otro punto y, finalmente, toma la base enemiga. En el camino tendrás que saber quién de tu equipo ataca, quién defiende y quién se ocupa de mantener pulsado el botón cuadrado para construir una parte del citado puente.
No es un sistema novedoso, pero su implementación es bastante efectiva y divertida. Esta combinación de divisiones y misiones por tramos hace que sea un shooter con mucha más profundidad que apuntar y disparar.
Mucho ojo a la campaña
Nos hemos tenido que conformar con que nos muestren cómo será el modo campaña y, aunque no lo hemos podido jugar, nos ha dejado con ganas de más.
La misión que nos han mostrado se llama Marigny y nos traslada al 26 de junio del año 1944. Somos un escuadrón del Ejército Aliado y tenemos que tomar una iglesia en medio de una ciudad en pleno bombardeo aéreo. Controlaremos al Sargento Pearson, nuestra barra de vida será un poco mayor que en el modo multijugador aunque para curarnos tendremos que pedirle a un compañero que nos dé un kit médico.
Aunque toda la acción está guionizada, el resultado es muy trepidante y no podrás relajarte ni un momento. Desde una tanqueta enemiga que aparece de repente atravesando un muro a una campana que se te cae encima y tienes que esquivarla a modo de Quick Time Event.
En cada momento se nos van indicando los objetivos de la misión y aquí quizá lo más sorprendente sea el apartado gráfico. En algún momento te pararás a pensar si es una cinemática o si de verdad estás jugando. La verdad es que estás jugando durante la mayor parte del tiempo. Genial trabajo aquí de Sledgehammer.
La dinámica de tener que interactuar con tus compañeros de equipo (en un momento tienes que salvar a uno malherido en otro Quick Time Event, por ejemplo) le da una nueva dimensión a Call of Duty. Esto no es un shooter más, especialmente cuando en una secuencia tienes que subirte en un tanque y eliminar a tus enemigos o a la siguiente cubrir con un rifle de francotirador a tus compatriotas pioneros.
A falta de poder probarlo más en profundidad (habrá oportunidad de hacerlo en las betas privadas a finales de agosto y principios de septiembre), este ‘Call of Duty: WWII’ nos parece todo un acierto que deja atrás dobles saltos, batallas espaciales y láser para abrazar lo que de verdad dio la fama a la saga: la cruda guerra más mortífera de la historia de la humanidad.
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