Los intentos por hacer que tu smartphone pueda funcionar como un PC de sobremesa o un portátil llevan tiempo en el mercado. Motorola lo intentó con Atrix hace años, y luego llegaron ideas ambiciosas de Canonical —que tuvo que abandonar—, Microsoft con sus Lumia 950/XL y por último de Samsung, que con DeX plantea una alternativa realmente prometedora.
Esos proyectos no son los únicos en buscar la convergencia y que un móvil sea mucho más que un móvil. De hecho en los últimos meses hemos visto lanzamientos como el HP Lap Dock o el nacimiento de iniciativas como Superbook o Mirabook que conectan el smartphone a un “portátil tonto” para darnos esa combinación de movilidad y productividad que muchos buscan.
Portátiles “tontos” que se convierten en “inteligentes”
La startup francesa Miraxess que ha lanzado el Mirabook en Indiegogo ofrece básicamente una alternativa al conocido Superbook, que se lanzó con éxito a principios de 2016 y que ya está comenzando a enviar los primeros prototipos a los usuarios.
El producto es llamativo, y aunque parece un portátil normal y corriente en realidad es tan solo “la carcasa” del portátil con una pantalla de 13,3 pulgadas y resolución 1080p, además de un teclado y un touchpad. Esa carcasa alberga también una batería que según sus creadores permite trabajar con él 10 horas, a las que hay que sumar la que pueda proporcionar nuestro smartphone.
En ese interior, no obstante, no encontramos componentes como el procesador o la memoria de un portátil convencional: la potencia bruta la suministra el smartphone, porque de hecho sin él el Mirabook y el Superbook no son más que cáscaras vacías que no pueden hacer nada.
Un Android adaptado al escritorio portátil
Al conectar el móvil a estos “portátiles tontos” (Intel y su NexDock siguen también esa línea) a través de conectores como USB-C se inicia una sesión en la que la experiencia de trabajo es la de un portátil con Android, o más bien con un Android “adaptado”.
En esa interfaz contamos con ventanas redimensionables que podemos mover, un gestor de tareas similar al del escritorio y una experiencia que como ya habíamos visto en DeX trata precisamente de llevar Android a un ordenador de sobremesa o un portátil.
El concepto de Mirabook es prácticamente calcado al de Superbook, y se espera que las primeras unidades lleguen al mercado en diciembre de 2017. El precio de partida es de 199 dólares (más los gastos de envío) en la campaña de financiación colectiva en IndieGogo, una rebaja importante desde los 299 dólares que costará cuando finalmente se lance de forma masiva.
Ventajas (y desventajas) evidentes
Estos equipos que convierten al móvil en un portátil al uso son sin duda curiosos por diversos motivos: cuando actualices tu smartphone ese “portátil tonto” también se beneficiará de las mejoras en potencia de proceso o memoria por ejemplo: no tendrás que comprarte “un nuevo portátil”, porque tanto Mirabook como Superbook se nutren de las prestaciones de tu smartphone.
A esa ventaja tan interesante se une la del coste: aunque la potencia de estos equipos es la que puedan proporcionar los smartphones que conectemos (más limitada que la de la mayoría de portátiles convencionales), también es cierto que la ausencia de componentes como el procesador o la memoria abarata notablemente el precio final frente a portátiles de ese formato.
Entre las desventajas la más clara es la experiencia de usuario que Android y sus “modos de escritorio” pueden ofrecer realmente al poseedor de estos productos.
En Mirabook se pueden utilizar modos como DeX (si tienes un Galaxy S8), pero también otros como Remix Singularity, Microsoft Continuum (con móviles como los Lumia 950/XL) o alternativas como Leena OS, Oxi OS o Maru OS. Incluso hablan de compatibilidad con móviles Ubuntu Phone si tienes un smartphone basado en esa plataforma.
Aquí resulta probablemente interesante la propuesta de Sentio, la empresa responsable del Superbook, que se orienta sobre todo a dispositivos Android para los que ofrece Andromium (que lleva tiempo en el mercado), una capa software encargada de transformar esa experiencia móvil en un escritorio portátil. Mientras que en el Mirabook aprovechamos plataformas de otros, en el Superbook tienen una a medida para este caso de uso.
Todos ellos tienen su encanto, pero en muchos casos los usuarios probablemente vean su productividad perjudicada frente a alternativas como Windows o OSX/macOS e incluso Linux, que llevan años evolucionando para ofrecer experiencias de escritorio y portátiles lo más pulidas posible.
Las opciones, como siempre, son buenas, y es evidente que este tipo de dispositivos han generado interés. Ahora queda por ver si Mirabook o Superbook efectivamente acaban convenciendo a una gran masa de usuarios. Y si lo hacen, veremos si Google o Apple responden con productos similares, como ya ha hecho HP con Lap Dock para sus Elite x3.
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