Por Xataka pasan cada año los mejores smartphones del mercado. La mayoría de ellos tienen argumentos suficientes para luchar por ser el mejor del mercado. Pero al final de año, en número de ventas y relevancia, dos son los terminales que acaban en lo más alto: iPhone y el último Galaxy S de Samsung. Este año toca enfrentar al nuevo Samsung Galaxy S8+ y al iPhone 7 Plus, los terminales más importantes del año.
De diseño, marcos y pantalla: aquí comienza todo
Cuando uno quiere competir en un mercado tan saturado y con tanta exigencia como la gama alta, necesita en primer lugar entrar por los ojos. Hay que destacar en el escaparate. Y ahí el Samsung Galaxy S8+ ha dado este año toda una lección. No solo adopta hasta el extremo la tendencia de los últimos meses de reducir al máximo los marcos, sino que lo hace al máximo nivel visto hasta ahora entre los gama alta de referencia. A su llamativa pantalla curvada añade la casi eliminación de los marcos, al menos a nivel visual.
Frente a ese diseño de futuro y muy llamativo, el iPhone queda en evidencia. Sus marcos que ya eran bastante grandes, son ahora casi de otra época. Y el diseño en general nos parece demasiado continuista. Veremos si ese futuro iPhone del décimo aniversario sobre el que se rumorea, arriesga a nivel de diseño, a lo que ayudaría un hipotético paso a tecnología AMOLED de su pantalla.
A la pura apariencia hay que sumar a favor del Galaxy S8+ aspectos como la resistencia al agua y el polvo y por supuesto que en el mismo tamaño y peso, tenemos 0,7 pulgadas más, algo muy a tener en cuenta.
De la comparativa sí que hay un aspecto donde el smartphone de gama alta de Samsung creo que pierde claramente: la colocación del sensor de huellas. Por funcionamiento y sobre todo comodidad de uso, aquí Apple sigue a la cabeza.
AMOLED y máxima resolución contra fidelidad
Si el Samsung Galaxy S8+ puede presumir de un diseño único donde la pantalla está irremisiblemente asociada a su apariencia, es gracias a la tecnología SUPERAMOLED de su panel. Es junto con el diseño donde más chocan los dos trenes de la gama alta.
El iPhone 7 Plus con su panel IPS es la referencia actual en términos de fidelidad, así como en respuesta táctil, incluyendo su respuesta a la presión sobre el panel. El SuperAMOLED del Galaxy S8+ apunta a la espectacularidad, el contraste, la curvatura que cada vez tiene menos presencia a nivel de utilidad más allá del diseño, y a visibilidad en exteriores muy conseguida. Es pues cuestión de qué busquemos en la reproducción de color y exactitud.
En todos esos puntos que buscan el equilibrio, el iPhone está por algo por delante, aunque en resolución el Galaxy S8+ gana por goleada. En el día a día es complicado notar diferencias de densidad de píxeles, e incluso por defecto el Galaxy S8+ no ofrece al usuario todo su potencia para ahorrar batería. Por contra, la inclusión del modo HDR demuestra de nuevo una apuesta por evolucionar y pensar en ofrecer algo diferente.
Otro detalle que no hay que obviar es el formato alargado de la pantalla del Galaxy S8+ combinado con la curva doble en sus laterales. Para algunos usuarios, esa menor precisión del toque sobre la pantalla en los extremos y que las aplicaciones tengan que adaptarse a la nueva relación de aspecto en el Galaxy S8+, puede ser un factor importante.
Android e iOS: dos comunidades “muy suyas”
Con ecosistemas cada vez más cercanos en cantidad (para mi en iOS todavía hay una ventaja en calidad bruta), escoger entre uno u otro terminal pasa para muchos usuarios exclusivamente por afinidad con cada idea de sistema operativo. Frente a control y eficiencia de Apple, las opciones y alto nivel de Android. Aunque no hay que quitar ojo al tema de actualizaciones, y la diferencia entre Android e iOS, donde el sistema de Apple sí que es claro ganador en adopción temprana de las nuevas versiones.
A la ventaja y posibilidades que ofrece Android en el Galaxy S8+, con una capa de Samsung muy bien integrada, habría que restar en este modelo que todavía no hay una adaptación de las aplicaciones al ratio de pantalla diferente que plantea Samsung. Habrá que estar atento a qué ocurre con esto si cada fabricante decide tirar por su camino.
Otra guerra importante está en los asistentes de voz. Samsung ha incluido incluso un botón exclusivo para su Bixby, pero creemos que en estos primeros escarceos con la voz y los asistentes, Siri tiene ahora misma la gran ventaja en el mercado. Y creemos también que quien estará compitiendo con él será Google Assistant más que las soluciones propias de cada fabricante. Y ojo a la apuesta de convergencia que introduce Samsung en este Galaxy S8+ y en la que Apple no entra por ahora.
En las tripas los números (casi) no cuentan con el iPhone
Algo en lo que sí que el iPhone de Apple, generación tras generación, da una lección a sus rivales en Android, es en rendimiento. Por mucho que Samsung, especialmente, apriete en núcleos o cantidad de memoria RAM, iOS y los procesadores propios de Apple son una demostración brutal de que los números no cuentan. Esa lección se reafirma plenamente con el paso del tiempo, cuando los dispositivos de Apple envejecen de mejor manera en términos de rendimiento que los de Android.
Esa máxima sin embargo no se cumple con la memoria interna donde si bien hemos olvidado por fin los ridículos 16 GB de base, la capacidad interesante queda ya con un extra de desembolso y siempre menor que las opciones del Galaxy S8+ por el mismo precio y además con posibilidad de ampliar con tarjetas microSD.
Tampoco en autonomía o batería Apple destaca especialmente. Está en la media de autonomia que podemos esperar de un phablet hoy en día, pero como peso negativo hay que sumarle que no ofrece carga rápida ni inalámbrica, o que pese al diseño menos arriesgado y con marcos, no incorpore más capacidad. Con la eliminación del puerto de 3,5 mm en pro del grosor tampoco ha quedado bien frente a Samsung.
Los detalles de la doble cámara marcan ahora las diferencias en fotografía
Con una igualdad casi absoluta entre Google Pixel, Samsung Galaxy S8 y iPhone 7 Plus en términos de cámara (y a nivel de usuario), destacar y ofrecer algo diferenciador ya no pasa por la cámara principal a secas. Aquí el Galaxy S8+, que mantiene el mejor HDR del mercado, es continuista en su propuesta de cámara de un solo sensor.
Por contra Apple se destaca precisamente por la doble cámara, una vez visto que en calidad general, ya lo habían igualado e incluso superado. Ese modo retrato y el zoom 2X realmente marcan diferencia y para muchos es una de las razones para seguir apostando por el iPhone. Una vez que lo pruebas, quieres más y te da mucho juego para fotografía social y habitual.
Mostrados nuestros argumentos en este enfrentamiento clásico, ha llegado la hora de que seáis vosotros los lectores los que opinéis. ¿Cuál es mejor smartphone actualmente?
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