Es cierto que los PCs y portátiles llevan años cayendo en ventas y que ni siquiera el segmento del gaming puede frenar el imparable crecimiento de la venta de smartphones.
Eso no quita para que estemos ante la mejor era de ordenadores de sobremesa y portátiles, algo que se demuestra especialmente con unos componentes que hacen que jugar en estos equipos sea ahora más que nunca una delicia. Éstas son las realidades y tendencias de un 2017 en el que el soporte 4K y jugar a frecuencias cada vez más altas se imponen a las expectativas que se generaron con el campo de la realidad virtual.
Nunca tuvimos mejores CPUs ni mejores GPUs
El mercado del gaming se ha animado de forma enorme en los últimos meses con la llegada de los procesadores Intel de séptima generación (Kaby Lake) que sin ofrecer unas mejoras brutales en rendimiento si contribuían a una mayor eficiencia en el consumo energético. Esto puede no ser tan importante en PCs dedicados a este ámbito, pero desde luego sí lo es en portátiles gaming.
Una de las grandes noticias del año ha sido la llegada de los AMD Ryzen, los procesadores que por fin han hecho que la competencia entre AMD e Intel vuelva a ser posible. Es cierto que en el ámbito del gaming el mayor IPC (Instructions Per Clock) de los micros de Intel equivalentes suele ganar la partida, pero estos micros desde luego son una alternativa interesante.
Sin embargo donde mejores noticias hemos tenido ha sido en las tarjetas gráficas dedicadas. NVIDIA ha dado un salto cualitativo excepcional con su serie NVIDIA GTX 10×0, que no solo está pensada para sobremesas sino que también ha hecho su aparición de forma notable en portátiles. Nunca habíamos tenido tantos portátiles de gaming con esta potencia gráfica.
AMD también ha movido ficha con la reciente presentación de las Radeon RX 580 y RX 570, versiones “pasadas de vueltas” oficialmente de las RX 480 y RX 470. Estas gráficas son interesantes y mejoran la relación precio/prestaciones anterior, pero es que en los próximos meses veremos la llegada de las nuevas gráficas con arquitectura Vega, que prometen competir de tú a tú con la gama alta de NVIDIA.
Portátiles armados hasta los dientes
Toda esta nueva hornada de componentes ha hecho que aparezcan PCs potentes, pero sobre todo ha habido muchas novedades en el terreno de los portátiles dedicados a los videojuegos. La integración de tarjetas gráficas como las GTX 1050, GTX 1060 e incluso los modelos superiores ya no es rara incluso en Ultrabooks: modelos como el Dell XPS 15 lo demuestran.
Los portátiles gaming puros han ido por supuesto más allá: tenemos propuestas como las de ASUS y MSI que son referentes en este mercado y que han aprovechado esos componentes en sus nuevos modelos, mientras que algunos fabricantes han copiado esas estrategias y han creado marcas específicas para sus ordenadores gaming: Lenovo lo ha hecho con Legion y Samsung con Odyssey.
Hay otras muchas que no están dejando pasar la oportunidad. Hace poco analizábamos el bestial HP Omen 17, por ejemplo, mientras que marcas ya tradicionales en este sector siguen destacando por propuestas tan atrayentes como los Razer Blade Pro, que integran pantalla 4K y una GTX 1080.
Otra de las empresas que tiene claro que hay mucho que hacer en este segmento es Acer, que hace meses presentaba ese monstruo de pantalla curva llamado Acer Predator 21X y que la pasada semana renovaba su catálogo con modelos como los Acer Predator Triton 700 y los Acer Predator Helios 300.
Hacia el juego 4K en 144 Hz
Todas estas propuestas persiguen el mismo objetivo que perseguían sus antecesoras: jugar con mejores resoluciones y tasas de fotograma que nunca. Los nuevos componentes han habilitado el juego en 4K nativo en unos cuantos títulos —no en todos— pero el santo grial del gaming sigue siendo combinar esas altísimas resoluciones con tasas de fotogramas aún más elevadas.
Aunque en algunos juegos esa combinación no tiene tanto impacto, jugar a 4K en monitores con tasa de refresco de 144 Hz parece ser el verdadero reto de estas configuraciones. Es muy difícil —además de muy caro— lograr llegar a esas prestaciones, pero poco a poco van a apareciendo componentes que lo hacen factible.
Tenemos un buen ejemplo en los nuevos Acer Predator X27, un monitor que precisamente ofrecerá una pantalla de 27 pulgadas con resolución UHD, soporte HDR y una tasa de refresco de 144 Hz a la que se suma el soporte de la tecnología G-Sync. De momento no se conoce precio o disponibilidad de dichos monitores, pero su precio será probablemente elevado al ser de los primeros —el ASUS ROG Swift PG27UQ se presentó en enero— en ofrecer estas prestaciones.
Para la inmensa mayoría, no obstante, jugar a 1440p en 144 Hz es más factible y sobre todo más económico. Eso sí, tampoco será barato en absoluto, ya que para tener garantías plenas necesitaremos probablemente una configuración SLI de GTX 1080 o equivalente: aquí como decíamos dependemos del juego que queramos disfrutar y del nivel de detalle de ese juego. Esas frecuencias de refresco ponen a prueba cualquier configuración hardware hoy en día, aunque también hay que señalar que no en todos los juegos tiene sentido buscar ese rendimiento.
La proliferación de monitores con soporte 1440p y 144 Hz y las nuevas gráficas de AMD y sobre todo NVIDIA hacen esto posible. Sitios web como 144HzMonitors nos ofrecen información completa sobre los monitores más adecuados para cada presupuesto y necesidades, mientras que en PC Part Picker vemos cómo día a día los PCs que se construyen los usuarios a partir de componentes sueltos permiten acceder a configuraciones muy potentes por precios realmente competitivos.
Esa tendencia a gráficas que pueden mover más información más rápido contribuye a experiencias mucho más fluidas, pero curiosamente se ha moderado mucho el discurso sobre la relevancia de la realidad virtual, que de momento no ha encontrado su ‘killer app’ en ninguna de las variantes que hemos probado.
Es posible que esa barrera del juego nativo 4K a 144 Hz se supere de forma algo más aseguible a medio plazo, pero lo que es seguro es que ni Intel, ni AMD ni NVIDIA dejarán de seguir ofreciéndonos más y mejores prestaciones a corto plazo. Buena época para jugar, sin duda.
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