Ya lo tenemos aquí: el lanzamiento polémico del año en el terreno de los videojuegos ha tardado poco en llegar y, definitivamente, es una lástima que el protagonista haya sido ‘Mass Effect: Andromeda’.
‘Mass Effect’ es una saga muy querida. BioWare supo crear toda una space opera en forma de RPG de acción cuya trilogía inicial acabó convirtiéndose en una de las más aclamadas por crítica y comunidad. ¿Qué ha ido mal en ‘Mass Effect: Andromeda’ para que haya levantado tanta polémica no sólo antes de salir a la venta, sino antes incluso de que hoy mismo llegaran los primeros análisis?
Sólo el tiempo acabará sacando a relucir toda la verdad tras el desarrollo de ‘Mass Effect: Andromeda’, pero con los datos de que disponemos ahora mismo podemos empezar a intuir parte de lo sucedido. Y aquí hay dos claves a tener en cuenta: por un lado, el equipo de desarrollo no es el mismo que el de la trilogía inicial, no es el equipo principal de BioWare, y por el otro resulta que han tenido que crearlo todo desde cero al pasar de Unreal a Frostbite como motor gráfico.
Pero vayamos a las principales discusiones que está generando el juego.
Las animaciones faciales de Mass Effect: Andromeda son horribles
Este tema explotó a finales de la semana pasada cuando, gracias al programa EA Access en Xbox One y Origin Access en PC, todo el que quisiera tenía ya la oportunidad de jugar a las primeras horas de ‘Mass Effect: Andromeda’. Fue entonces cuando se empezaron a detectar sus extrañas animaciones faciales y, como es lógico, a surgir memes de todo tipo.
En este vídeo podemos ver varios ejemplos:
Lo peor del asunto es que estas animaciones faciales no son mejores que las que ya vimos en el primer ‘Mass Effect’, un juego lanzado hace diez años:
Tras haber jugado durante cerca de 40 horas, puedo afirmar que, en efecto, las animaciones faciales son muy malas. En un juego con pocas secuencias de diálogos esto podría pasar por alto con mayor facilidad, pero precisamente estamos ante una saga donde las conversaciones y los primeros planos de los personajes son una parte esencial.
Técnicamente, ¿está a la altura de la saga?
Otro de los puntos sobre los que se está hablando es su apartado técnico más allá de esas animaciones faciales. El motor Frostbite le ha permitido al equipo de desarrollo crear planetas verdaderamente alucinantes, ahí creo que pocas pegas podemos poner, pero el juego tiene otro tipo de problemas a este nivel.
En PS4 he podido comprobar que tiene ciertos problemas de rendimiento que hacen bajar el framerate, que en principio está bloqueado en los 30fps. Aquí hay un breve análisis de rendimiento en consola durante las primeras horas de juego, donde no hay demasiados picos, pero más adelante sí me los he encontrado más acusados:
Además de estos problemas puntuales de rendimiento, también es cierto que cuenta con algunos bugs en otro tipo de animaciones. Este vídeo rescata unos pocos:
¿Es buena su historia? ¿Está bien contada?
Todo fan de ‘Mass Effect’, y de los juegos de BioWare en general, busca buenas historias en sus RPG. Con la trilogía original consiguieron atraparnos gracias a esa brutal historia en la que una antigua raza de máquinas avanzadas aniquilaba cualquier civilización orgánica cada 50.000 años. Así explicado ya impresiona, no os quiero ni contar lo que es vivirlo con un mando en las manos.
‘Mass Effect: Andromeda’ deja atrás todo aquello, nos lleva a una nueva galaxia, introduce una plantilla totalmente nueva de personajes, y nos propone descubrir nuevos planetas en los que establecernos. No es una mala historia, a pesar de que ya la hemos jugado, visto y leído en otras obras, y además tiene un par de giros que a mí me han resultado interesantes.
En cualquier caso, hay que reconocer que ni el guión está demasiado bien escrito, ni los diálogos son muy buenos. De hecho hay muchos de ellos que dan algo de vergüenza, entre otras por la rebaja general en el tono del juego con respecto al resto de entregas. Se hecha en falta algo más de peso, de gravedad, una base que desde el principio asiente bien los mimbres y a partir de ahí vaya tirando del hilo.
Tal y como sucede con el apartado técnico, donde el juego es capaz de lo mejor y de lo peor, hay partes de la historia y de los diálogos que están bien y son interesantes, y otras no tanto. Esa inconsistencia es la que nos deja con una sensación agridulce.
¿Qué pasa con el sistema de combate?
Para esta ocasión, el protagonista cuenta con un jetpack que le permite saltar a gran altura, mantenerse en el aire durante unos segundos y realizar un movimiento rápido en cualquier dirección para esquivar los ataques.
A esto se le suman las habilidades de combate, bióticas o tecnológicas más un perfil que potencia cada una de ellas para que podamos ajustarlo todo a nuestro estilo de juego: más agresivo, con menos peso en las armas, más defensivo y usando sólo poderes bióticos, etc.
El problema viene cuando muchos de los enfrentamientos están mal planteados. Todo lo que Ryder puede hacer se queda en nada si lo que tenemos delante es un escenario pequeño y pasillero. Por contra, aquellos tiroteos que se producen en espacios más grandes y con posibilidades de movimiento, lucen con un brillo especial.
El nuevo sistema de conversaciones
‘Mass Effect: Andromeda’, tal y como sucede en las tres entregas anteriores, cuenta con un sistema de conversaciones en el que podemos elegir no sólo la respuesta, sino el tono de la misma. En este caso hay una evolución clara. Donde antes todo se basaba en un sistema de moral (bien vs mal), ahora hay hasta cuatro tipos de respuestas: emocionales, lógicas, casuales o profesionales.
Eso añade una capa más de personalización, puesto que disponemos de más opciones con las que reflejar nuestra propia personalidad, pero por la razón que sea el equipo de desarrollo ha decidido que el impacto de nuestras decisiones no sea tan profundo como en las anteriores entregas.
Y aquí volvemos al tema de los diálogos: hay personajes como Jaal que nos darán pistas interesante sobre la cultura de los angara, una de las tres nuevas razas que introduce ‘Mass Effect: Andromeda’, pero por otro lado nos encontraremos con conversaciones aburridas e incluso líneas de diálogo un tanto bochornosas. En este sentido es Liam quien se lleva la palma con sus tonterías, menudo personaje más estereotipado y prescindible.
¿Y el lado RPG de Mass Effect: Andromeda?
Otra de las cosas de las que se está hablando es si estamos ante un buen RPG o no. Eurogamer, por ejemplo, dice que es el peor RPG de BioWare así, sin paños calientes.
Lo cierto es que en toda la saga ‘Mass Effect’ tiene más peso la propia historia y cómo avanza que todas las actividades paralelas que la mayoría de los RPG más tradicionales nos ofrecen. Y ‘Mass Effect: Andromeda’ no es una excepción.
El principal problema aquí es que el sistema de menús y gestión de inventario, investigación y desarrollo es de lo peorcito que hemos visto en los últimos años. Todo es demasiado confuso. Nada invita a pasar un rato viendo qué podemos desarrollar o mejorar en lo relativo a equipo (armas, armaduras, aumentos, etc.) y al final eso se traduce en que, más allá de las subidas de nivel del personaje que nos permiten desbloquear y mejorar habilidades, pasemos de largo de todo lo relacionado con la gestión de recursos, comercio, etc.
Un juego que mejora a medida que se acerca al final
Las primeras horas de juego tienen un problema evidente cuando no logran transmitir las mejores sensaciones. De hecho, habiendo completado la campaña, creo que esa prueba de diez horas que ofrece EA a través de su Access casi perjudica más al juego que otra cosa. Porque durante sus primeros compases todo es bastante blando.
Poco a poco la historia va cogiendo fuerza y, salvo momentos puntuales repartidos aquí y allá, la cosa no explota realmente hasta el último tramo del juego. En mi caso, eso significa que la sensación final que me ha transmitido el juego no es mala. No es un juego desastroso, ni mucho menos, pero tampoco la obra maestra que nos hubiera gustado jugar a los que amamos la trilogía original. Es como si quisiera abarcar mucho y se hubiera quedado a medio gas en casi todo.
En definitiva, creo que al juego le hubiera sentado bien al menos un año más de desarrollo para pulir todas esas aristas que tiene.
En VidaExtra | Análisis de Mass Effect: Andromeda, ¿es esto lo mejor que puede darnos la saga?
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